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España España · bilbao
Voto de ernesto:
6
Terror. Comedia Charley Brewster es el típico adolescente americano. Su madre cree que ve demasiadas películas de terror. La vida de Charley es muy tranquila, hasta que se convence que su nuevo vecino, Jerry Dandridge, es un vampiro. Nadie, y menos aún la policía, está dispuesto a creer que Dandridge es responsable de un montón de extraños asesinatos. Charley encuentra un aliado en Peter Vincent, un antiguo actor de películas y presentador de programas ... [+]
2 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quienes fuimos niños/adolescentes durante los años ochenta disfrutamos en cine de una serie de películas que, un cuarto de siglo después, siguen siendo consideradas pequeños (o grandes) clásicos de la historia del cine juvenil. Otra cosa es que no todas resultan igual de apasionantes cuando se revisan llegando a los cuarenta, y es que la nostalgia a veces juega malas pasadas. Regreso al futuro y Los goonies, por poner un ejemplo, me han llevado recientemente a esa época sin perder ni una gota de entusiasmo después de dos décadas. Este no es el caso de Noche de miedo, la simpática película de Tom Holland, que, pese a seguir fielmente las pautas del cine juvenil de su época, no termina de conectar con esa parte de nuestra nostalgia dispuesta a ensalzar, hoy en día, como clásico ochentero a la mayor parte del cine que nos hizo vibrar en nuestra adolescencia.
Fue Noche de miedo la película con la que Tom Holland debutó como director de cine. Y aunque su carrera posterior siempre ha estado enfocada dentro del mismo género, el de terror (siempre más cerca de la comedia terrorífica del del terror puro y duro), la verdad es que nunca volvió a destacar como en esta ocasión, a excepción, claro está, de la que es su película más conocida y exitosa, Muñeco diabólico, realizada tres años después.
El protagonista de Noche de miedo es Charlie, un típico adolescente americano de la época, obsesionado con las películas de miedo, y también, aunque no tanto, con Amy una chica que empieza a estar cansada de las rarezas del chaval. Rarezas que se acentúan cuando Chalie cree ver en su nuevo vecino a un peligroso y elegante vampiro que mata a las chicas que lleva a casa. Razón no le falta a Charlie, pero ni su madre, ni su novia, ni su mejor amigo, y mucho menos la policía, creen ni una palabra de lo que dice. Gracias a la ayuda de Peter Vincent, un gurú televisivo de todos estos temas relacionados con el terror, nuestro protagonista tratará de hacer frente a un vampiro que ya se ha encargado de dejar bien claro quien manda allí..
La principal virtud de la película es que sabe encontrar el tono adecuado entre la clásica comedia juvenil y el cine de terror mas gore (siempre dentro del ámbito más comercial), algo que le da frescura, sin necesidad de recurrir a la risa fácil, y que a su vez mantiene el respeto por las claves del género con bastante acierto. Y al final la película consigue que lo pasemos mal, pero pasándolo bastante bien.
Yo particularmente encuentro gozosa y hasta entrañable esa traca final, digamos el último tercio de la película, en el que se desata el lado mas gore y salvaje (insisto en mi anterior paréntesis), y que Tom Holland consigue que no se le vaya de las manos. Gracias a estos momentos nos llegamos a olvidar de que, en realidad, lo que estamos viendo no pasa de ser un historieta bastante previsible, ante la que nuestro lado más nostálgico hace amagos de flaquear.
ernesto
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