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España España · bilbao
Voto de ernesto:
6
Cine negro. Thriller Dos ex-convictos no demasiado brillantes son contratados para asaltar una lucrativa partida ilegal de poker. Las culpas recaerán sobre el organizador del juego y los ladrones podrán empezar una nueva vida. Por desgracia, el dinero robado pertenece a la mafia, que se pone en contacto con el investigador y asesino Jackie Cogan para encontrar a los culpables. (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2000 la película australiana Chopper (que todavía no he visto) sirvió para que dos nuevos nombres dieran el salto a la primera línea del cine mundial, o lo que viene a ser Hollywood. El primero de ellos, el actor Eric Bana, empezo fuerte, trabajando con Ridley Scott, Ang Lee, Wolfgang Peternsen o Spielberg. Su presencia, en cambio, se ha difuminado bastante en los últimos años. Por contra el director de la película, Andrew Dominik, también en Hollywood, se lo está tomando con más calma, y siempre tratando de ser fiel a sí mismo y su estilo. Solo ha dirigido dos películas más después de Chopper, ambas con Brad Pitt de protagonista, y su sello personal resulta más que evidente en las dos.
En El asesinato de Jesse James, Dominik dejaba a un lado al mito, para retratar al hombre de forma tan fascinante como desapasionada. Con su última película, Mátalos suavemente, Dominik, otra vez de la mano de Brad Pitt, adapta una novela negra de los años 70 llamada Cogans Trade. En ella se acerca al mundo del crimen de forma igualmente distante y fria, dejando completamente a un lado la parte más mítica y legendaría de estos relatos, para mostrarnos a un grupo de personas, mafiosos y delincuentes de poca monta, que arrastran sus miedos y su mediocridad por la pantalla bajo los, nuevamente, estilosos fotogramas creados por el director Andrew Dominik.
La película se centra en unos delincuentes de baja estofa contratados por un mafioso de tercera para dar un golpe en una timba de pocker en la que juegan algunos de los principales representates de la mafia local. Con la intención de encontrar a los responsables es contratado Jackie Cogan, otro delincuente de peculiares métodos de trabajo que se caracteriza por un carisma notable.
Durante media hora vemos como se prepara y se lleva a cabo el golpe que desata la acción de la película. Llena de diálogos ingeniosos y con dos personajes irresistiblemente tontos, la película se mueve de forma notable en ese terreno en el que el maestro Tarantino ha conseguido algunos de sus mejores logros, solo que aquí el director, Andrew Dominik, impone su personal y estilizada forma de entender la puesta en escena.
Con la entrada del personaje de Pitt en escena la trama pierde parte de esa frescura que desprendía al principio volviendose algo mas farragosa. Y aunque nuevamente hay un momento brillante, gracias a la aparición del gran James Gandolfini, la película no termina de sacudir al espectador en la butaca, como prometía, por más que cámara de Dominik se empeñe, tal vez en exceso, en hacerse con el protagonismo de la película.
Hay otro problema en Mátalos suavemente que resulta especialmente molesto, y es la insistencia de salpicar el relato con declariones televisadas del presidente Obama sobre la actual crisis económica. Intuyo que pretende hacer algún tipo de paralelismo entre este follón mundial en el que estamos inmersos y los mecanismos por los que actua la mafia. O no. La verdad es que no lo se. La cosa es que molesta y despista de lo que verdaderamente importa, que es el relato criminal.
En resumen me quedo con la frescura inicial, con el brillante trabajo de Dominik (algo de lo que no debiera abusar, por otra parte), y con el excelente trabajo de los actores, especialmente dos, el del desconocido Scoot McNairy, y el inmenso James Gandolfini (Tony soprano forever).

6.5
ernesto
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