Este es el típico caso de película española poco promocionada que muy poca gente ve, y que acaba resultando bastante mejor que otras películas de las que se habla muchísimo más (y no daré títulos).
Es curioso como sin gustarme nada el boxeo, en cambio, las películas ambientadas en este mundo en general me gustan bastante. Esta me recuerda en pretensiones y resultados a Segundo asalto (que se vio hace justo un año).
El guión desarrolla una típica historia de cine negro, que quizá sea lo menos interesante de la película, pero que sirve para retratar una serie de ambientes y personajes muy logrados e interesantes. Es mucho más convincente lo que les sucede a estos personajes por dentro que los hechos en los que se ven envueltos.
Iñaki Dorronsoro, sin ser un director brillante, mantiene el pulso de la película en casi todo momento, rodando con solidez los momentos más tensos.
El reparto es excelente. Empezando por el protagonista Miguel Ángel Silvestre que no solo aporta el físico, sino también la sensibilidad adecuada al personaje. El talento de José Coronado a estas alturas está fuera de toda duda, como el de Homar o Luppi. Y, la para mí desconocida, Belén López resulta espléndida.
En resumen, una película en la que se notan mucho más sus virtudes que sus fallos.