Media votos
6,4
Votos
136
Críticas
2
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Quién Soy Yo:
8
5,6
43.394
Aventuras. Intriga. Drama
Impulsado por el deseo de vivir experiencias y emociones apasionantes, Richard (Leonardo DiCaprio), un joven mochilero, viaja a Thailandia. En Bangkok se aloja en un hotel de mala muerte, donde conoce a una pareja de franceses, Étienne (Guillaume Canet) y Françoise (Virginie Ledoyen), y a Daffy (Robert Carlyle), un viajero consumido por años de sol y drogas y que está de vuelta de todo. Daffy, un ser tortuoso y paranoico, le cuenta a ... [+]
5 de agosto de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
El aspecto cinematográfico, el poder de un director para pintar un cuadro pluridimensional... Imaginaste una isla... una playa...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El aspecto cinematográfico no es un artilugio sino un artificio; los colores, el bronce, óleo, sudor, sangre, bosque; tantos cuadros elementales y pintores arrepentidos. Sin embargo, a veces es necesario apelar al cliché, volver a construirlo, conservarlo... el cliché no se sostiene por si mismo... La playa tampoco...
El poder lo sostiene quien es capaz de sacrificar cualquier cosa por él. En la playa también. El aspecto cinematográfico se sostiene sobre los elementos; la belleza de un paraíso deseado pero desconstruído. ¿Tal es el cliché? Estamos ante una visión nostálgica de una fantasía terrestre. No todo pasa en las películas; también en el mundo particular de cada uno de los espectadores se consigue configurar un idilio similar al que conduce Di Caprio, impecable e irónicamente americanizado por los europeos.
Mención aparte para la belleza de François; sin duda un gran acierto del equipo de cásting. El triángulo amoroso también sorprende; hay piernas que se acarician despacio y sueñan con un gran sexo en un sitio morboso o con un sexo morboso en un gran sitio. Mi crítica se construye bajo la premisa de que me he entregado al rollo que me exigía la película, pero no me ha molestado acompañarla.
He reflexionado acerca de otros mundos posibles y de su esperanza de perdurabilidad crítica; bienvenido sea el Año Cero, bien harían los granjeros en proteger toda la isla!
El poder lo sostiene quien es capaz de sacrificar cualquier cosa por él. En la playa también. El aspecto cinematográfico se sostiene sobre los elementos; la belleza de un paraíso deseado pero desconstruído. ¿Tal es el cliché? Estamos ante una visión nostálgica de una fantasía terrestre. No todo pasa en las películas; también en el mundo particular de cada uno de los espectadores se consigue configurar un idilio similar al que conduce Di Caprio, impecable e irónicamente americanizado por los europeos.
Mención aparte para la belleza de François; sin duda un gran acierto del equipo de cásting. El triángulo amoroso también sorprende; hay piernas que se acarician despacio y sueñan con un gran sexo en un sitio morboso o con un sexo morboso en un gran sitio. Mi crítica se construye bajo la premisa de que me he entregado al rollo que me exigía la película, pero no me ha molestado acompañarla.
He reflexionado acerca de otros mundos posibles y de su esperanza de perdurabilidad crítica; bienvenido sea el Año Cero, bien harían los granjeros en proteger toda la isla!