Bien, pues a mí, pese a sus aciertos, me ha dejado un poco a medias.

Acudí muy ilusionado al cine, con la esperanza de deleitarme con un guión que el genio ya perpetró en los 70's, una de sus muchas épocas de desaforado estado de gracia, pero la verdad es que su decisión de descartarlo no fue descabellada.

Algunos que reniegan de las últimas películas de Allen, y que echan de menos sus infiernos neoyorquinos, aquí volverán a sentirse congraciados, pero para mi gusto esta vuelta a casa no es del todo satisfactoria. Es más, no la veo necesariamente superior a Vicky Cristina Barcelona, una obra más que estimable y que tan cómicamente es linchada por media España. Y la veo inferior, por ejemplo, a Don't Drink The Water, su ninguneado telefilm de los 90's que también fuera rescatado de un baúl.

Si La Cosa Funciona es una película con destellos de innegable lucidez, pero excesivamente preñada de autohomenajes, de reiteración, de lugares comunes, de pavor al riesgo, de personajes poco impactantes, de olor a naftalina, de cierta complacencia. Cualquiera que controle mínimamente la obra de este hombre, evocará muchas imágenes, frases y hallazgos de otras películas. Cualquiera que sea un fan, bordeará en ocasiones el cansancio.

Hablamos del particular Death Magnetic de Woody Allen. O el By Your Side. O el aguacate. Sí, pero no.

Y yo la he disfrutado, ojo, quizá algo más que Scoop, y desde luego más que su irritante El Sueño De Casandra, pero no concedo más, aunque espero que posteriores revisiones la puedan favorecer.

Y por último, y no por ello menos importante, señalo con el dedo a Carlos Bianchi, un tipo que será muy exitoso con Seinfeld pero que, lo siento, a mí no me ha convencido lo más mínimo como protagonista. Su personaje tiene grandes frases, es un adorable cenizo, pero me ha resultado dicifilísimo empatizar, y ese cráter ha estado ahí, amargándome la experiencia.

Evan Rachel Wood, en cambio, a la que tanto fustigué en The Wrestler como mi sufrida hija, sí da la talla, y obviamente desearía que pudiera borrar del mapa en futuros proyectos a una actriz de un talento tan liliputiense como Scarlett Johansson, pero lo veo complicado.

En fin, pese a todo, una película interesante, con buenos momentos y gratificantes arrebatos de genialidad, pero que, para mi gusto y desgraciadamente, no es la resurrección de Woody Allen que una lectura simplista de los hechos podría inducir a creer.