Tiene un buen comienzo y un también buen tema, pero en cuanto avanza y va cogiendo protagonismo la relación de Amy con Justin la cinta parece pasar de un tema serio como es la vejez y las relaciones familiares, a ser una típica película romántica.
Buena parte del desenlace se ve venir de lejos y cuenta con escenas como la del encuentro de Amy con el jugador callejero de baseball que son bastante irreales o como poco son situaciones de demasiada fortuna, también cabe destacar lo ridículo de la escena en la que Justin y Amy bailan frente a un guitarrista callejero, de resto diría que se utilizan unos diálogos muy creíbles y trabajados.

En cuanto al reparto, diría que ha hecho un gran trabajo Robert Lorenz al unir a Eastwood y Amy Adams en un mismo film.
Justin Timberlake no hace mal su papel, le toca ser el chico que enamora a Amy Adams, una mujer con una personalidad bastante cerrada cuando se relaciona con el sexo contrario, en este aspecto Justin no hace mal, una interpretación decente de un papel poco profundo.
En todo momento nos encontramos con un Eastwood demoledor haciendo unas puestas en escena las cuales dan vida al film.
Nos adentra de una manera bien dibujada en el desgaste de la vejez y la fuerza de una personalidad arrolladora, en estas situaciones Eastwood es brillante, la película nos enseña al Eastwood que estamos acostumbrados a ver, un personaje con una personalidad muy dura y con un sentido de la responsabilidad propio muy fuerte, ya lo hemos visto de este modo en Gran Torino, Million Dollar Baby...por lo que tampoco nos muestra algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
Amy Adams en el papel de la hija de Eastwood ejerce un trabajo también muy digno en una cinta que brilla por las actuaciones de su reparto y no tanto por el contenido de la obra.
Cabe destacar el parecido que tienen padre e hija en su manera de relacionarse con los demás, es un gran acierto, da la sensación de que algo muy fuerte los une, cosa que da mucho realismo a su relación

El aspecto visual reboza sencillez lo que nos ayuda a centrarnos en la historia, con una buena fotografía bastante romántica y una ambientación que nos muestra unos lugares muy luminosos y como no,americanos, con esa esencia de las regiones de la América profunda, este aspecto esta muy conseguido, no se puede hacer un film de baseball sin estar bien americanizado y esta ambientación lo consigue transmitiendo ese sentimiento tan patriótico típico de Estados Unidos.
Los planos que utiliza el director son más bien cerrados, utilizando mucho el medio corto, en profundidad, primeros planos...lo que consigue centrarnos en los personajes y sus diálogos, todo ello muy bien atado.
En cuanto a encuadres no vemos nada del otro mundo ni nada que no estuviera inventado, todo es bastante simple.
No hay casi movimiento de la cámara y el movimiento que hay es bastante pausado por lo que invita al espectador a relajarse y disfrutar de las imágenes, el montaje de las secuencias esta bien realizado, la iluminación es sencilla, usando mucho la luz natural y la música como todos los aspectos anteriores llama a la relajación sin llegar a aburrir

En definitiva creo que se trata de una cinta bastante arriesgada tanto como para Robert Lorenz que nos muestra su primer film con el que pretende darse a conocer en su faceta de director, como para Eastwood que se ha prestado a realizar una película basada en el Baseball, tema bastante desgastado ya en nuestros tiempo.
Aun así creo que ha salido como resultado final algo bastante decente, una película que te atrapara fuerte sobre todo en primera instancia.