Vamos a ver, pasa lo de siempre: te ponen una película por las nubes y, claro, salvo que sea de verdad una obra maestra indiscutible, pues te parece que no es para tanto; te hablan de la última bazofia que han visto, y, salvo que de verdad sea infumable, pues te parece que tampoco es para tanto...

Esta cinta me la pusieron a parir, y la verdad es que no veo yo que sea peor que tantas otras de temática parecida. Vale, el guión es de pena; las actuaciones, justitas, justitas; la dirección, de risa... Pero, ¿qué esperaban? En esto de la impresión final, tienen mucho que ver las expectativas que tenías al ir a ver la película. Yo, si voy a ver un filme dirigido por un tipo que ha hecho dos películas de Jet Li y una de Steven Seagal, protagonizado por el cachitas de "El guía del desfiladero" (eso sí que hiede) y por el cachazas de "El rey escorpión", pues no espero precisamente maravillas.

Claro que yo tampoco soy un fan acérrimo del videojuego, y me importa una leche si lo han desvirtuado. Yo voy a ver una película de acción, con monstruitos, pasillos oscuros y explosiones. Y, oye, eso es lo que hay, y, además, la cosa mantiene el ritmo y no aburre. Pues qué más quieres...

Y, de propina, la escena con cámara subjetiva, que es coña pura.