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Voto de danido:
7
7,8
116.064
Ciencia ficción
La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
27 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi esta película por primera vez de pequeño me fascinó. No entendía un carajo de lo que estaba pasando, pero la fuerza visual y lo misterioso de su argumento me impulsaban a verla una y otra vez para ver si comprendía algo más, tenía la sensación de entrever a medias y quería esforzarme por comprender, cuando en realidad, ese no era un camino totalmente correcto para desenmarañar este film.
Leyendo críticas negativas en esta web (con todo el derecho del mundo se le puede llamar a esta película tanto "obra de arte sobresaliente", como "coñazo infumable") me encontré con una que, para mí, dio en el clavo.
Dice algo así como "los sabios intentan ser claros, los necios e hipócritas tratan de ser oscuros". Pues, sin ánimo de ofender, es un poco lo que pasa con esta película, Stanley nos la ha jugado un poco (sin maldad ninguna, eh, al contrario, con toda la ilusión y buena intención del mundo, pero nos la ha jugado) y al mismo tiempo ha dejado en evidencia a mucho flipadillo (como era yo con trece años) que tiende a ver muchísimo más de lo que hay si se lo enmarañan lo suficiente como para que no entienda ni papa.
Aún así, decir que en esta película no hay una gran chicha escondida en el argumento es una mentira de las que harían llorar al niño Jesús, pero ojo, tampoco hay que pasarse atribuyéndole significados ocultos a esta obra.
Leyendo críticas negativas en esta web (con todo el derecho del mundo se le puede llamar a esta película tanto "obra de arte sobresaliente", como "coñazo infumable") me encontré con una que, para mí, dio en el clavo.
Dice algo así como "los sabios intentan ser claros, los necios e hipócritas tratan de ser oscuros". Pues, sin ánimo de ofender, es un poco lo que pasa con esta película, Stanley nos la ha jugado un poco (sin maldad ninguna, eh, al contrario, con toda la ilusión y buena intención del mundo, pero nos la ha jugado) y al mismo tiempo ha dejado en evidencia a mucho flipadillo (como era yo con trece años) que tiende a ver muchísimo más de lo que hay si se lo enmarañan lo suficiente como para que no entienda ni papa.
Aún así, decir que en esta película no hay una gran chicha escondida en el argumento es una mentira de las que harían llorar al niño Jesús, pero ojo, tampoco hay que pasarse atribuyéndole significados ocultos a esta obra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"¿Qué coño es el monolito?"
Pues bien, trasladémonos a finales de los 60, el hombre ha pisado la Luna, la exploración espacial está empezando a parecer un sueño alcanzable, es una época de optimismo e ilusión y Stanley kubrick no es la excepción. Kubrick se documentó a fondo en el aspecto científico para no cometer errores a la hora de rodar 2001, y los científicos, como personas que son, también disfrutan fantaseando, aunque a ellos les guste llamar a esas fantasías "hipótesis".
Pues una de esas fantasías científicas era teorizar sobre cómo sería la forma ideal para una civilización avanzada de explorar el espacio:
-¿Coger el platillo y pasarse millones de años encerrado en una lata de sardinas dando vueltas por el universo? NO.
-¿Enviar sondas espaciales que exploren el espacio por ellos? CASI, pero se dispersarían demasiado y no explorarían bien
-¿Enviar sondas autorreplicantes con la capacidad de enviar datos de lugares interesantes y, a la vez, devorar algún que otro astro inútil para crear nuevas sondas y enviarlas de nuevo en todas direcciones, como si de una infección vírica se tratase? PREMIO.
Pues sí, esa hipótesis es en la que se basó Kubrick para crear su monolito, aunque en 2001 el monolito además hace las funciones de colonizador, o al menos, de motor de la evolución (de simios a humanos, y de humanos a algo nuevo cuando conseguimos llegar a Júpiter [ese feto espacial del final]).
Si no me creéis, no tenéis más que ver la secuela de 2001 [SPOILER EXTRA], llamada 2010, odisea 2, donde el monolito devora a Júpiter para crear millones de nuevos monolitos que son enviados en todas direcciones, se dota de vida a Titán y además se ven escenas donde el comandante Dave se ha convertido en una especie de ser de energía, o interdimensional, o vete tú a saber, desde luego, en algo superior a los humanos actuales [fin SPOILER].
Pues ya tenemos los ingredientes de 2001, ahora queda preguntarse qué pretendía Kubrick cuando la rodó.
La respuesta aquí es muy personal, mi "hipótesis" es que 2001 es un gigantesco poema de amor al universo (hala, lo que he dicho). Y como todos sabemos, a la hora de hacer poesía, el que cuenta explícitamente sus sentimientos es un cani, y el que lo hace enrevesadamente, un poeta.
Mi nota final se queda en un 7, cuando tenía trece años le habría puesto un diez, incluso un doce si pudiese, pero la verdad es que, desde que los misterios que me interesaban de esta película han quedado más o menos resueltos para mí, mi interés por ella ha ido descendiendo hasta tal punto que, la última vez que la vi, tuve que quitarla a la mitad por lo aburrida y pesada que puede llegar a ser.
Así que ahí lo dejo, un 7 en honor a esta preciosa ensoñación sobre los misterios de la vida y el universo, y también como reconocimiento a todos aquellos que le ponen un 1 y tildan a este film de "tostón infumable", porque aunque muchos flipadillos pseudo-intelectuales no lo quieran reconocer, razón no les falta.
Pues bien, trasladémonos a finales de los 60, el hombre ha pisado la Luna, la exploración espacial está empezando a parecer un sueño alcanzable, es una época de optimismo e ilusión y Stanley kubrick no es la excepción. Kubrick se documentó a fondo en el aspecto científico para no cometer errores a la hora de rodar 2001, y los científicos, como personas que son, también disfrutan fantaseando, aunque a ellos les guste llamar a esas fantasías "hipótesis".
Pues una de esas fantasías científicas era teorizar sobre cómo sería la forma ideal para una civilización avanzada de explorar el espacio:
-¿Coger el platillo y pasarse millones de años encerrado en una lata de sardinas dando vueltas por el universo? NO.
-¿Enviar sondas espaciales que exploren el espacio por ellos? CASI, pero se dispersarían demasiado y no explorarían bien
-¿Enviar sondas autorreplicantes con la capacidad de enviar datos de lugares interesantes y, a la vez, devorar algún que otro astro inútil para crear nuevas sondas y enviarlas de nuevo en todas direcciones, como si de una infección vírica se tratase? PREMIO.
Pues sí, esa hipótesis es en la que se basó Kubrick para crear su monolito, aunque en 2001 el monolito además hace las funciones de colonizador, o al menos, de motor de la evolución (de simios a humanos, y de humanos a algo nuevo cuando conseguimos llegar a Júpiter [ese feto espacial del final]).
Si no me creéis, no tenéis más que ver la secuela de 2001 [SPOILER EXTRA], llamada 2010, odisea 2, donde el monolito devora a Júpiter para crear millones de nuevos monolitos que son enviados en todas direcciones, se dota de vida a Titán y además se ven escenas donde el comandante Dave se ha convertido en una especie de ser de energía, o interdimensional, o vete tú a saber, desde luego, en algo superior a los humanos actuales [fin SPOILER].
Pues ya tenemos los ingredientes de 2001, ahora queda preguntarse qué pretendía Kubrick cuando la rodó.
La respuesta aquí es muy personal, mi "hipótesis" es que 2001 es un gigantesco poema de amor al universo (hala, lo que he dicho). Y como todos sabemos, a la hora de hacer poesía, el que cuenta explícitamente sus sentimientos es un cani, y el que lo hace enrevesadamente, un poeta.
Mi nota final se queda en un 7, cuando tenía trece años le habría puesto un diez, incluso un doce si pudiese, pero la verdad es que, desde que los misterios que me interesaban de esta película han quedado más o menos resueltos para mí, mi interés por ella ha ido descendiendo hasta tal punto que, la última vez que la vi, tuve que quitarla a la mitad por lo aburrida y pesada que puede llegar a ser.
Así que ahí lo dejo, un 7 en honor a esta preciosa ensoñación sobre los misterios de la vida y el universo, y también como reconocimiento a todos aquellos que le ponen un 1 y tildan a este film de "tostón infumable", porque aunque muchos flipadillos pseudo-intelectuales no lo quieran reconocer, razón no les falta.