Esta serie “Arrow” pretende ser un thriller de acción y aventuras, mezcla de “Batman” y “Robinson Crusoe”, de superhéroes de cómic con intrigas familiares. Como cómic igual podría funcionar, pero como película es un desastre, donde no la salvan ni las escenas de acción, abundantes y muy increíbles. El protagonista de la serie, Oliver Queen, es un niño pijo multimillonario, prepotente y sin principios morales (entre otras cosas se marca una relación con la hermana de su novia). Como consecuencia de un ¿accidente? en el yate donde viajaban, mueren ésta y su propio padre, lo cual, al ser el único superviviente, junto con una confesión del padre, marcan completamente su vida, sobrevive durante 5 años en una isla salvaje, y claro, como no, vuelve a la civilización totalmente cambiado y convertido en un súper-héroe-fashion-man, mega-musculitos e incluso parece ser que con poderes paranormales (ver spoiler).

Todo el personal parece que ha sido elegido para una serie glamurosa y fashion (serian mas adecuados para series como “Sexo en Nueva York” u otras afines), con gran preocupación de todos ellos por aparecer guapos y sonrientes (toque o no toque). La metro-sexualidad de los protagonistas masculinos hacen que no te creas a los personajes que interpretan en ningún momento y se convierte en el detonante de que al final deje de interesarme la serie en lo más mínimo.