Puede que la película no sea una maravilla de efectos especiales e intrincados argumentos, puede que se dejen muchas cosas en el tintero (teniendo en cuenta que es una adaptación para televisión de una obra maestra de la literatura, para mí la mejor obra de terror de todos los tiempos, que es IT del inimitable Stephen King), pero una cosa es cierta: La vi con 8 años y desde entonces los payasos me producen un pánico (que con la edad se ha convertido en odio) que jamás ningún film me había producido hacia nada.
Es realmente aterradora, y a pesar de que no hace justicia a la obra escrita (mucho más terrorífica, la recomiendo encarecidamente) sabe plasmar con bastante exactitud lo que Stephen King pretende con sus relatos: ese terror psicológico, esa sensación de que el mal sobrenatural anida en aquello que es más inocente, esa capacidad para convertirse en aquello que más miedo te da.

Terror sin más adjetivos, puro y real como la vida. Aunque como ya he apuntado antes no le llega a la suela del zapato al libro, se merece un 9 por ser la única película que me ha dejado sin dormir muchas noches durante los últimos 12 años. Bravo.