Que decir de esta obra maestra.
Esta todo analizado y escrito y dicho.
F.F. Coppola sigue con la odisea de unos mafiosos terribles, que sacan lo más siniestro de nuestras sociedades, porque mafias hay y habrá siempre...
En esta segunda parte se centra en dos historias en dos épocas distintas, las del padrino Vito Corleone en sus inicios de mafioso desde la pobreza más absoluta, y la de su hijo muy bien interpretado por Al Pacino, que esta cumbre en este film.
Por supuesto que Robert de Niro está soberbio...
También por supuesto el director Coppola, la fotografía de Willis, la insistente banda sonora...
Esta todo bien en esta gigantesca opera sin cantar sobre la Mafia y todos los dramas humanos que conlleva.
SOBERBIA.