Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Jefe Dreyfus:
2
Fantástico. Terror. Aventuras A mediados del siglo XIV, el caballero Behman (Nicolas Cage), desertor de las Cruzadas, debe escoltar hasta un monasterio a una joven (Claire Foy) acusada de brujería. Los monjes aseguran que ella es la responsable de que la Peste Negra asole y destruya Europa. Behman, escéptico, comienza a pensar durante el viaje que la joven pueda ser inocente, pero el destino les conducirá a un lugar donde les esperan las fuerzas de la oscuridad. (FILMAFFINITY) [+]
17 de enero de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que el actor Nicolas Cage puede presumir de una larga y fructífera carrera cinematográfica (Oscar por Leaving las Vegas incluido), cabe decir que hay tres cosas que todavía no ha aprendido a hacer: a) reir con naturalidad sin parecer un tipo perturbado; b) lucir prótesis capitales con un mínimo de dignidad (de hecho, repasando sus últimos trabajos, el pelo más creíble de los últimos que ha exhibido en sus películas eran las llamas que lucía en “El motorista fantasma”); y c) declinar amablemente su participación en proyectos que, mucho antes incluso de empezar a rodarse, ya tienen una pinta a desastre global que tira para atrás. Su reciente trabajo en la película En tiempos de brujas, vuelve a confirmarnos, una vez más, estos tres puntos.

Existió una época en la que Nicolas Cage era un aliciente más dentro de la película. Está claro que estamos hablando de hace mucho tiempo. Específicamente en la película que hoy nos ocupa, cabe decir que está francamente horroroso y menos creíble que la propia existencia de brujas en el mundo real. Uno tiene la sensación que el actor rodó la cinta a la fuerza, obligado a punta de pistola, pero sin ningún tipo de ganas ni de confianza en lo que estaba haciendo. A su lado encontramos a un Ron Perlman (el prota de Hellboy) desaprovechado y algo perdido entre todo lo que va sucediendo a su alrededor. Todo este despropósito está dirigido por un Dominic Sena (Kalifornia, 60 segundos, Operación Swordfish) claramente superado por las carencias del guión, el poco interés de sus estrellas y el absurdo presupuesto para una película de estas características. Además, él tampoco hace demasiado para aportar ningún tipo de brillantez en el resultado final.

Al principio de la película uno tiene la sensación de estar viendo un trailer en lugar del producto final ya acabado, debido a la gran falta de consistencia de todo lo que sucede en pantalla. La película se va arrastrando como puede hasta llegar al inicio del viaje que da sentido a la película (comparar esta película con otras cintas fantásticas de épicos viajes como “El señor de los anillos” resulta tan absurdo como meter la lengua dentro de un ventilador en marcha). Mención aparte merecen los efectos especiales de la película que resultan de lo más lamentables y que deberían provocar el sonrojo generalizado de sus responsables. Ahora en serio, ¿cuando hubo el pase definitivo de la película ante los productores a nadie se le cayó la cara de vergüenza? A pesar de lo dicho, tanta cutrería y falta de medios provoca que el espectador conecte automáticamente con las cintas fantásticas de serie B que se producían en la década de los ‘80 y que, un servidor, consumía vorazmente en su infancia lo que, por momentos, llegó a crearme una vaga sensación de placer culpable. He consultado con expertos y afirman que la película es tan mala que podría tratarse de un claro síndrome de Estocolmo por mi parte.
Jefe Dreyfus
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow