Comienzo al más puro estilo El exorcista, Jumanji o la Momia, donde se encuentra un objeto antiguo con poderes sobrenaturales, que tras la presentación del protagonista, con unas cualidades para el exorcismo rápido que ya hubiera querido tener a mano el sacerdote Richard Moore en El exorcismo de Emily Rose, entra en un tobogán con innumerables altibajos, dónde los altos se dan con los buenísimos efectos especiales y la actuación de Keanu Reeves, (nacido para este tipo de papeles, tan sobrio y sereno que parece no inmutarse ante nada), y los bajos con la aparición de secundarios pocos convincentes y sobre todo de un final híper acelerado que deja la sensación de que debería estar mucho mejor hecho.

Fallo final, que coincide con otra película de la corta filmografía de este director, Soy Leyenda, es decir, que viene de familia.

Nota: 5 sobre 10. Por Keanu Reeves, por los efectos especiales y por lo ligerita que sale Rachel Weisz (aunque no sea nada del otro mundo la chica).