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Voto de sotapacadelupiak:
7
Drama Durante la invasión japonesa de China en 1937, George Hogg (Jonathan Rhys Meyers), un joven periodista británico, tratará con la ayuda de una enfermera australiana (Radha Mitchell) de salvar a un grupo de huérfanos. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Años 30, siglo XX. George Hogg es un periodista inglés que desea informar acerca de la invasión de las tropas japonesas en China. Haciéndose pasar por un conductor de la cruz roja logra salir de la zona franca de Shanghai y adentrarse en el interior, hacia Nanjing. Las atrocidades que allí ve le provocan una conmoción y además están a punto de costarle la vida a mano de los japoneses. Es salvado 'in extremis' por Chen, un combatiente de la resistencia china, educado en Occidente y que sigue los postulados comunistas. Él y la enfermera norteamericana Lee Pearson deciden que Hogg sea enviado para su seguridad a un lugar lejano, el orfanato de Huang Shi. Allí, Hogg entablará relación con un grupo de niños y jóvenes que intentan sobrevivir en medio del caos, la guerra y la carestía de alimentos.

El británico Roger Spottiswoode (El mañana nunca muere) dirige con corrección una historia de valor, solidaridad y amor. Se trata una relato verídico, pues el protagonista existió efectivamente y el guión recrea sus experiencias reales en el país asiático, entonces desmembrado por el enfrentamiento con los nipones y por su propia lucha interna entre los comunistas y las tropas nacionalistas de Chang Kai-shek. La cuidada ambientación es fruto de un esmerado esfuerzo de producción -que se hace notar especialmente en las escenas del tren o de los ataques aéreos- y los elementos dramáticos, desprendidos de una historia que mezcla guerra y amores occidentales en el lejano oriente, recuerdan un poco a películas como El velo pintado o La condesa rusa. Pero aquí, los espectadores quizá echen en falta algo de nervio al conjunto, ya que el guión de los inexpertos Jane Hawksley y James MacManus adolece de cierta monotonía y de algunas caídas de tensión, así como la traslación a la pantalla de Spottiswoode se revela imperfecta en lo referente a la narración temporal de los hechos. Puede ser por esa falta de tensión épica -es inexplicable también la ausencia de una banda sonora de peso- por lo que la historia emociona menos de lo que debería, aunque en honor a la verdad el resultado final siga siendo estimable.

El reparto internacional es sobradamente conocido. Pero mientras que Jonathan Rhys Meyers y Chow Yun-Fat hacen un trabajo únicamente correcto, y por momentos incluso gris, las dos actrices están estupendas: Radha Mitchell en su papel de mujer filántropa y de fuerte carácter, y la elegante Michelle Yeoh en el de una gran señora de negocios.
sotapacadelupiak
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