En esta maravillosa película, se suceden una serie de gags que hacen que sea una de las mejores comedias de todos los tiempos. Nada que ver con títulos modernos, que pretenden hacer mucha gracia pero algunos de ellos acaban cayendo en el ridículo.
Con un ritmo de acción muy bueno, las chifladuras de los hermanos Marx se aúnan en una película que crea escuela y, posiblemente, una de las mas conocidas de ellos.
Lo único que se podría decir de malo es que, en sus películas, las escenas donde tocan los instrumentos, por lo general, sobran. Pero, por lo demás, ver esta película equivale a reír sin parar. Con una Margaret Dumont, que es cómplice de sus locuras y que, en mi opinión, llega a ser imprescindible en todas y cada una de ellas. Cada vez que me acuerdo de ella, se me hace poco el diez que le doy, pero como no hay mas, ahí queda eso.
Véanla, no les defraudará.