No tenía expectativas, pero tampoco pensé que iba a ser tan estúpida. Empieza bien, con aquello de las reglas para una invasión zombie y te esperas una frikada de verdad, para ver como la cosa se desinfla hasta caer por los senderos más trillados del universo z.

Me molestan tres cosas en especial.

1) El personaje de Jesse Eisenberg. Uno de esos personajes "frikis" diseñados por gente no friki que sin embargo cree saber lo que es un friki porque lo ha visto en algún vídeo de youtube ocurrente. No he notado en ningún momento que el tipo llevase una bolsita de dados dodecaédricos por ninguna parte, ni que se detuviese a saquear cualquier mísera tienda de cómics ni que soltase alguna coña relativa a los px ni al nivel de vida de los zombis. Si eso es un friki, no vayáis a ninguna jornada de rol, no vaya a ser que salgáis corriendo, qué miedito.

2) El cameo de Murray: como el de Tyson en "Resacón en Las Vegas". Vamos a meter al famoso de turno a capón y así rellenamos un rato de peli, que se me han acabado las ideas.

3) El personaje de Woody Harrelson. Desperdiciar el potencial cómico de Harrelson es pecado mortal y darle un personaje tan sumamente estúpido roza lo ofensivo. Es el clásico tipo duro con corazón de mantequilla y una obsesiva afición por los pasteles Twinkies, en nada parecido a otros ochocientos mil héroes de películas seudo cómicas de aventuras de los ochenta. Además ya puestos a hacerlo más típico, podían haberle puesto un monólogo sobre los Twinkies en homenaje al diálogo de las hamburguesas de Pulp Fiction. Eso sí, mientras que reventase la cabeza a unos cuantos zombies.

No diré nada de la ridícula subtrama romántica o de las chicas duras que acompañan a nuestros hombres, salvo comentar lo divertido que es contemplar la evolución de los personajes florero en el cine del siglo XXI: antes eran floreros a secas, ahora son floreros con escopeta. Uy, qué respeto.

Me dejo mil detalles que comentar y que no hago porque no me apetece seguir acordándome de esta gran película.