Fantástica serie de ambientación medieval que trata de una misteriosa organización que se dedica a crear híbridos demoníacos para acabar con los demonios que asolan el mundo haciendo cosas malas como comerse los órganos de la gente y dejando montones de huérfanos traumatizados a su paso.

La historia tiene todo lo que me encanta en una obra de estas características, a saber: una heroína memorable, unos estrepitosos y sangrientos combates, una estética oscura y muy atractiva y unas secundarias con sus propias historias que van evolucionando a lo largo de los 27 capítulos de los que se compone esta primera temporada. Cada capítulo iban subiendo mis niveles de endorfinas catódicas al infinito, me fue imposible aburrirme; aunque la trama no es muy original, la importancia está en los detalles y aquí están cuidadísimos.

Además es la serie en la que más brazos amputados salen de la historia de las series: no importa de que vaya el capítulo, siempre hay un momento en que ves saltar un brazo por los aires, o dos brazos, los personajes siempre están perdiendo brazos por ahí o quitándoles los brazos a otra gente, una maravilla, sí señor.

Sólo le pongo dos pegas, que el final se queda demasiado abierto y que el personaje de Roki es un poco plastuno. Lo del final es más grave, pero leí por ahí que se haría una segunda temporada que espero con impaciencia, esta serie crea mono.