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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Drama En Los Ángeles, durante una jornada especialmente agobiante a causa del calor y del colapso del tráfico, de repente, un ciudadano normal se rebela de manera violenta y destructiva contra todo lo que lo rodea. Bill Foster (Michael Douglas) no es más que un hombre corriente que supera como puede las frustraciones de cada día y que lo único que quiere es regresar a casa. Un oficial del departamento de policía (Robert Duvall) intentará ... [+]
20 de agosto de 2009
95 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía un calor desquiciante. Salí de mi casa, al aparcamiento, 1) coger el coche 2) conducir en hora punta 3) Imaginarme decapitando al cerdo impotente que se empeña en mantener su puto BMW de mierda a menos de dos centímetros de mi coche. Pero después de todo, como todas las jodidas mañanas, llegué al curro, miré a la cara del hijo de la gran puta de mi jefe, a la cara-comadreja de mi compañero de mesa, les dije "buenos días" mientras sostenía el puto vaso de café de mierda con el que todos los días me quemo las mismas putas yemas de los dedos; crucé el pasillo y la zorra inútil que se tira a mi jefe me preguntó si no me importaría "hacerme cargo de...". Oh, claro que no me importa, idiota, al igual que no me importaría echarte este puto café hirviendo que sabe a bilis a tu cara de guarra. Pero no lo hago, sonrío, asiento, como todas las putas mañanas, como todos los putos días de mi puta vida. Odio sonreír, odio dar los buenos días, odio mi vida, odio a mi mujer, odio a mi hija, odio mi trabajo y al mundo y lo que voy a hacer hoy, por fin, es acabar, no con todo, sino CON TODOS. El calor es insoportable y así seguirá siendo durante todo el verano: pero no voy a esperar a que lleguen las tormentas. Yo soy la tormenta.

Y recorrí los mismos caminos de siempre, hablé con las mismas personas, comí en el mismo MacDonald's, pero la diferencia es que en mi manso maletín de oficinista llevaba el apocalipsis y sabía que la regla número uno del apocalipsis era que yo también sucumbiría, pero no antes de resarcirme y cuando al final de todo sonreía como un guerrero de antaño sentado sobre una pila de cadáveres, sólo tuve un único pensamiento, pase lo que pase al terminar el día, siempre lo recordaré como el único instante de mi vida en que hice lo que de verdad me salió de los cojones.
Neathara
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