Drive mezcla cine B ochentero (especialmente por la estética y la temática) y cine negro ( por la construcción de los personajes).

Winding Rifn nos evoca a Tarantino. No sólo por revitalizar una determinada estética, también por el uso de la violencia y el don de dotar el filme de esa magia del séptimo arte, con escenas que priorizan lo bello, o lo 'cool', por encima de lo 'racional' o 'lógico' o 'realista'.

Muy cuidada visualmente, con una fotografía y un ritmo muy acorde con la banda sonora pop ochentera. Escenas muy bien rodadas que quedan en la memoria (la secuencia inicial, la violenta escena del apartamento...). Con esas localizaciones y vestuario tan acertados tocados por la varita mágica del cine, la única capaz de 'embellecer' lo teóricamente feo y dotar de misticismo y magia lugares tan lúgubres como un taller de coches, una pizzeria de carretera o un apartamento empapelado.

Sin embargo, en lo referente lo interpretativo, la película cojea un poco más. No es fácil transmitir encarnando un personaje impasible, lo entiendo. Pero en ese caso, Gosling se queda en lo impasible. Le saldrán defensores alegando que su personaje es un hombre contenido, pero pese a eso, un actor tiene que ser capaz de transmitir. En ese caso parece que sólo tuvieran un primer plano del bueno de Ryan y el montador tuviera que usar ese único corte. Para eso pueden contratar a Chuck Norris o Swarzenegger, que ofrecen la misma expresividad.

La trama principal está lograda, con unos personajes secundarios a la altura, con un lado turbio, capaces de despertar el lado más oscuro que nuestro buen conductor. Las insinuaciones, el subtexto y los matices son detalles que dan calidad al filme.
La subtrama amorosa queda un poco más coja, y es ahí dónde se añora más la expresividad del protagonista. Mulligan está muy inocente y sexy, pero me sabe a poco para la reacción que provoca en el protagonista sin nombre (detalle en spoiler).

Drive es una película digna. No sales del cine con la sensación de haber tirado el dinero, que ya es mucho en los tiempos que corren. Una peli indie lograda, cuidada, que ofrece un enfoque novedoso y una bocanada de aire fresco al género. Es una película imperfecta, pero altamente recomendable.