Pues sí, ya por fin los guionistas de Estados Unidos han involucrado al Ejército en su lucha contra Kong. Ya en las otras películas tuvo que intervenir, pero no tanto cómo en ésta. Aquí junto al Gorila, la armada es la principal protagonista. Y ya sabemos que cuándo estos se meten por medio, pocos salen bien parados. Lo raro es que el pobre gorila no muera con tantos rivales y tan poderosos. Porque aparte de los militares, en ésta isla de la Calavera hay unos animaluchos que imponen respeto. Arañas enormes, hormigas de grandes dimensiones, Pterodáctilos con muy malas intenciones y sobre todo unos lagartos que comen cómo limas y no dejan bicho viviente en pié. Con todos estos ingredientes estamos ante una película muy interesante y muy bien ambientada, dónde el guión se ha desviado un poco de los de otras películas del gran gorila, ya no aparecen esas tribus canívales que quieren ofrecer a las mujeres al Monstruo, y dónde las imágenes parecen reales. Yo he visto todas las películas de King Kong. Desde la de 1933 hasta ésta que me ocupa. Y he de decir qué en ésta he disfrutado mucho, y eso que yo detesto las guerras, el guión desarrolla la película entre la 2ª guerra Mundial y la guerra de Vietnam, aunque en ésta película la única guerra que existe es la de Kong contra todos los que se atreven a intentar quitarle su corona. En cuanto a las interpretaciones, me ha gustado mucho la actuación de John C. Reilly. En cuanto a Samuel L. Jackson y John Goodman, que en la película aparece menos gordo de lo que en él es habitual, hacen un papel en su línea pero sin salirse de lo normal. A los demás protagonistas no les conocía, y dentro de lo que cabe hacen un buen papel.
A mí la película me ha gustado bastante. La recomiendo.