Otra entrega de este incansable buscador de tesoros naturales llamado Attenborough. En este caso, y como hizo en muchos de sus documentales anteriores, Attenborough prefiere crear 10 episodios autoconclusivos, cada uno destacando una cualidad típica de los mamíferos e intentando viajar por todo el mundo para mostrarnos sus distintas variantes. En cuanto a la duración de cada episodio, como casi siempre ha hecho, es inferior a la hora, para evitar caer en el tedio y la repetición. Y como mencionaba en el título de la crítica, hace uso de su afición por enseñarnos curiosidades y anécdotas del mundo animal, lo cual hace que sea imposible aburrirse con su exposición.

Ni un episodio tiene desperdicio. Te puede gustar más una temática que otra. Inolvidable es el capítulo de los chimpancés, donde se pone de manifiesto el parecido humano y la comicidad de muchas de sus acciones; sin embargo, dejan patente por qué son animales potencialmente tan peligrosos cuando deciden salir de caza, sembrando el pánico por donde pasan.

En definitiva, una colección indispensable para los amantes de la naturaleza y para sensibilizarnos una vez más a que cuidemos este delicado y deteriorado engranaje natural.