Solo se me ocurre una cosa que podría resultar más cruda* que esta serie, la hamburguesa que se pide la mujer-lobo al final de "Aullidos".

Es tal la fuerza de esta obra adaptada de la novela de Robert Graves que ha conseguido que todos los personajes históricos sean recordados por como han sido interpretados por los actores. Históricamente puede parecer una fechoría, ¡pero que leches!, el Calígula interpretado por John Hurt es lo más grande que ha dado la TV. Prefiero imaginármelo así.

Claudio es el centro neurálgico de la historia, pero no se equivoquen, no es un protagonista al uso.
Tiene todas las virtudes y todos los defectos opuestos. Es listo y tonto, es valiente y cobarde, es astuto e inocente, es crítico y adulador, es entrañable e indiferente, hace de reir y es hazmereir............

Hoy en día "Yo, Claudio" no pasaría del primer capítulo. La serie es muy teatral, con diálogos interminables que provocarían urticaria a muchos guionistas y productores actuales. Los episodios tienen un final cojonudo, sin sorpresas y sin ningún gancho tramposo para hacer ver el siguiente. Una delicia para el que quiera aproximarse al inicio de la época imperial romana con sus conspiraciones e intrigas palaciegas...... Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Agripa, Germánico, Livia, Agripina, Drusila.....todos ellos te esperan.

*Diálogo aproximado entre un soldado de la guardia pretoriana y su superior. El encargo es la muerte de 2 niños pequeños.

Soldado: "es apenas una niña, asesinar a vírgenes trae malos augurios"
Superior "Pues ya sabes lo que tienes que hacer antes de matarla"