El primer film en la historia del cine que plantea y se atreve a responder a las eternas cuestiones de la humanidad: ¿Quién somos?, ¿De dónde venimos?, ¿A dónde vamos?.
El inicio de nuestra odisea comienza en 1951 con la publicación del relato "El centinela", escrito por el maestro de la ciencia ficción dura y especulativa, Arthur C. Clarke. Posteriormente Kubrick y el propio Clarke reescribieron la pequeña historia convirtiendo a 2001 en un fenómeno social.
Nunca un film tan pausado, hermético, sin concesiones y sin apenas diálogos tratará tantos temas trascendentes para el ser humano (evolución, inteligencia artificial, tecnología extraterrestre, incluso la existencia de Dios para los más creyentes).
Escenas icónicas del séptimo arte, recordados hasta el infinito (y más allá), véase el primer uso de una herramienta con la fanfarria "Así habló Zaratrusta" de fondo, la transformación hueso-nave, el baile espacial con el "Danubio Azul"...SPOILER
Aunque hubo intentos notables anteriormente (Planeta prohibido es un ejemplo), 2001 dignificó finalmente la ciencia ficción y la apartó definitivamente de la serie B. Es obvio decirlo pero los efectos especiales fueron una revolución en su época y hoy en día no creo que estén desfasados.
Un buen apoyo a la película es leerse la novela, pero aquí no se deja nada a la libre interpretación, una de las virtudes del polémico y sobretodo debatido film de Kubrick.
He acabado la crítica y no he hecho ni una sola referencia al título de la misma y a uno de los objetos más enigmáticos del séptimo arte, el monolito.