Siempre te encuentras a "Ghost" muy arriba en cualquier ranking femenino de pastelazos románticos cinematográficos, luchando codo con codo con la "Titanic" de James Camaron y "Dirty Dancing" por el lugar de honor. Lo cierto es que la película es básicamente eso, un puto pastel romanticón y edulcorado... pero con una idea muy cachonda del "limbo" en el que queda atrapado su protagonista, Patrick Swayze, tras su asesinato a manos de un presunto ladrón de poca monta. Su "adaptación al medio" y la relación que establece con la histriónica Whoppie Goldberg, en un papel hecho a medida de la cómica negra, para destapar la trama criminal de su amigo Tony Goldwyn es sin duda lo mejor de toda la película. Y engancha lo suficiente como para hacer algo soportable la empalagosa historia de amor entre Swayze y Moore.

Entretenida como para acabar viéndola entera pese al subidón de azúcar.