Álex Ángulo es un teólogo que ha realizado un gran descubrimiento: ha descifrado (o reinterpretado) el Apocalipsis de San Juán. Cree que al anticristo va a nacer la noche del 24 de Diciembre, y tiene motivos para pensar que lo hará en Madrid. ¿Su misión? Hacer todo el mal posible para tratar de encontrarse con el Diablo y así poder eliminar el futuro nacimiento.

Corría el 1995 cuando Álex de la Iglesia se sacó de su ingenio, sumado al de Guerricaechevarría, esta joya del cine nacional que supuso una ráfaga de aire fresco a tan contaminada industria. Una manera de hacer cine diferente, peculiar, con la que identificarse nuevos cineastas y público. Fue la primera película que ví del basco, y qué película. Desde Ángulo hasta Pávez, pasando por Segura o cualquiera de los secundarios, todos estuvieron en estado de gracia en este film, la obra culmen de más de uno. Huelga decir que ya no he parado desde entonces de seguir al ahora presidente de la Academia, un referente en materia de humor negro dentro de nuestro cine. ‘Acción mutante’ la descubrí a posteriori, pero se nota su mano, es la leche también. Igual que ‘Todo por la pasta’ y toda la retahíla que vino detrás.

Un cura maquiavélico; un heavy pastillero y su pensión (espectacular el abuelo en bolas, y Terele Pávez); un estafador esotérico; unos nazis hijos de puta que “limpian Madrid”; Nochebuena, el Diablo y los tripis. No es cualquier cosa combinarlo todo ello, y que la obra te quede redonda, aprovechando tanto el genial guión como la espectacular dirección, sirviéndose ambos de la geografía urbana madrileña para meternos de lleno en la acción (como, cuando, donde) de esta comedia satánica. De la Iglesia es un grande, y aquí nos dejó para la posteridad una comedia negra cargada de un divertimento sideral. Obra maestra, entre mis favoritas.