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Voto de The Motorcycle Boy:
9
7,9
116.938
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia. Infantil Cuando su dueño Andy se prepara para ir a la universidad, el vaquero Woody, el astronauta Buzz y el resto de sus amigos juguetes comienzan a preocuparse por su incierto futuro. Efectivamente todos acaban en una guardería, donde por ejemplo la muñeca Barbie conocerá al guapo Ken. Esta reunión de nuestros amigos con otros nuevos juguetes no será sino el principio de una serie de trepidantes y divertidas aventuras. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi por sorpresa, sin que los fieles seguidores antaño de Woody y Buzz lo esperáramos, llegaba a los cines la tercera parte de Toy Story en este 2010 a manos de Lee Unkrich (Buscando a Nemo), once años después del estreno de Toy Story 2 (1999) y quince años ya de aquella original y sencilla historia de John Lasseter (entre otros) que tenía por protagonistas a una serie de juguetes que cobraban vida cuando nadie los observaba.

En esta ocasión, Woody, Buzz y sus amigos acabarán por un infortunio del destino siendo donados a una guardería, “Sunny side”, un aparante reino celestial de los juguetes, pero que esconderá tras de sí una auténtica red de juguetes gangsteriles que no se lo pondrán nada fácil a nuestros amigos. La receta nuevamente vuelve a ser similar a la empleada en anteriores ocasiones, deparándonos aventuras por un tubo, de principio a fin, con una buena dosis de acción y en una línea trepidante todavía más conseguida si cabe que en las anteriores cintas, además de contar con un guión ágil, ingenioso y divertido. Aspectos como la camaradería y la complicidad entre los miembros del grupo tampoco serán dejados de lado, pues son marca de la casa, así como el sentimiento de fidelidad y lealtad recíproco entre nuestros amigos y los niños, simbolizados éstos en la figura de ese mítico niño al que hemos visto crecer, de nombre Andy.

El fresco de animación se cierra con un sentido homenaje al mundo del juguete, resaltando ese vínculo especial imperenne que existe entre los niños y sus juguetes a través de la mirada nostálgica de un chaval que comienza a despedirse de su niñez para embarcarse en la aventura de la juventud, legando pues su particular colección de tiernos recuerdos y sentimientos a las futuras generaciones (a Molly, una adorable niña). Ese punto de sirope final cierra de una magistral manera el círculo que se iniciara allá por 1995, habiéndonos regalado la Pixar una trilogía que, desde ya, pasará a los anales del cine de animación. Un precioso homenaje a los juguetes, y a la saga, a través de un final tan sonriente y feliz como nostálgico. Obra maestra.
The Motorcycle Boy
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