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Voto de The Motorcycle Boy:
8
Drama. Thriller Un joven hastiado de su gris y monótona vida lucha contra el insomnio. En un viaje en avión conoce a un carismático vendedor de jabón que sostiene una teoría muy particular: el perfeccionismo es cosa de gentes débiles; sólo la autodestrucción hace que la vida merezca la pena. Ambos deciden entonces fundar un club secreto de lucha, donde poder descargar sus frustaciones y su ira, que tendrá un éxito arrollador. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.” (Tyler Durden)

Al carajo con todo, pensó Fincher. Haré una película revolucionaria, cuyo centro gravitatorio gire en torno a una profunda crítica al modo de vida propio del sistema capitalista, además de azotar disimuladamente al fuerte papel religioso existente en USA. Los empleos autómatas con sus mentiras y números, el imperio de las multinacionales con su marketing y engaño, la casa y el coche con su poder de ordenación, Dios con sus normas. Todo a la hoguera, a las llamas.

David Fincher, el mejor cineasta de la última generación, se consagraba en el escaparate cinematográfico con ‘El club de la lucha’ (1999). Una cinta original, transgresora y estrambótica, que nos metía de lleno en el pellejo de Jack, un autómata oficinista, sufridor de insomnio y atormentado por una gris existencia de la que sólo logra escapar mediante sus visitas diarias a las charlas de enfermos terminales. Ese es Jack, sin conocer a Tyler Durden. Cuando éste aparezca en su vida, todo cambiará, para bien o mal, pero cambiará. Por fin, se sentirá liberado de su vida de esclavo.

Puede que a alguien le parezca tramposa, pedante y repetitiva. A mí no me lo parece. De tan sencilla que es, puede llevar al equívoco. El discurso es simple, pero radical: ante la obediencia sumisa, la violencia autodestructiva. Cambiar el rumbo de nuestras vidas a base de puñetazos, sangre y explosiones. Ahí, en esa simpleza, radica el principal punto débil de la trama argumentativa, con un guión (de un tal Jim Uhls) esplendido en diálogos pero falto de un puntito más (en cuanto a concatenación de argumentos) que lo vuelva maestro. Con todo, es una obra irregular, pero con atisbos de grandeza, de genialidad, de maestría. Y es que hablamos de un tal David Fincher.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
The Motorcycle Boy
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