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Voto de xecmarques:
2
Comedia Cinco historias de amor y de curiosas filias sexuales coinciden en un calenturiento verano madrileño. Dacrifilia, elifilia, somnofilia y harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, ... [+]
6 de abril de 2016
29 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Harto de propaganda de este producto maloliente; que va a ser bueno solo porque lo vienen repitiendo de forma incesante en telecinco y cuatro. Eso si, he procedido a abonar el precio de una entrada, he comprado palomitas y me he sentado cerca de la puerta para escapar sigilosamente. Es decir, en cualquier caso, he adquirido el derecho a criticar y vosotros -los productores de la cinta, la factoría telecinquera- os habéis salido con la vuestra: pillar el dinero del ciudadano -que la promoción y la crítica favorable ya la hace el Mariñas-.

En fin, clásico rejuntamiento de vividores subvencionados generosamente con dinero público que a veces, embutidos en un frac, se hacen llamar intelectuales y artistas; el peor cine español es siempre el más promocionado; ahora los que pillan cacho bien son esta dichosa familia León -que nos la encontramos hasta en la sopa-, cuyo principal representante, eso si, representa fielmente la gilipollez hispana; un tipo que "ha hecho historia" protagonizando al típico tontolbote hispano, zafio y mal hablado, orgulloso de su oligofrenia: el tal Luimma (solo he visto algún trailer); la oligogrenia ilustrada... que tanto gusta, al parecer, al público; aunque sea porque Mariñas dice que tiene que gustar.

El cine español, con la inyección monetaria de Mediaset y Atresmedia (por si no fuera poco con la referida inyección econonómica pública) vuelve a sus gloriosos tiempos de Landa, Pajares y Esteso, Forqué y REsines (felizmente rehabilitado) y demás bazofias -trasladadas ahora a la nefastas series televisivas de friki-macarras de comunidad vecinal y guarradas de petardas como Aida (otro símbolo generacional)-.
Patético rejuntamiento, en efectos de vivales -"artistas" se gustan de llamarse-, guapitos de cara, (veo que, como no, se apunta al festival de enseñaculos la habitual Candela Peña, acostumbrada como ninguna a exhibir percal) y tontainas de mueca perenne para hacer chistes de tetas y culos y chiqui-chiquis (al menos el título es honesto y hace honor a su contenido).

Una tortura aguantar hasta el final; pero me entretuve viendo al público -que no era mucho- entrar en la sala con mueca predispuesta a la sonrisa; a la salida se les notaba el cansancio en el rostro; para rebozar su mal gusto y el atraco sufrido, había consenso generarl en que el producto valía "para pasar el rato" y jiji jaja desde sus muecas cansadas; y hasta la próxima en que religiosamente, impulsados por Mariñas irán a cumplir el rito y a contribuir a la causa. La pena es que su dinero -mi dinero-, a parte de hacerlos ricos y hacerlos artistas, abona la continuidad de esta industria. peró yo no podía pasar sin hacer mi crítica, que es lo que más les duele aunque no sirva para nada. Es la única forma de luchar por la continuidad de estos productos.

La pena es que el suplicio no acaba aquí; ahora seguirán pregonando y cacaerando veces cada día, hasta el aburrimiento -incluso el Mariñas hará una reseña diaria en los propios titulares de su telediario-; las bondades de la "cinta" y lo fresco del producto, lo inteligente que es y lo bonito que tiene el culo el Leon y su cuadrilla; cuando para estas cosas, y para ver kikis de verdad hay cosas más sencillas y gratuitas.

PATÉTICO CINE ESPAÑOL; que pena de los directores que han tenido que venderse o retirarse (Bajo Ulloa, Medem, Barroso, García-Sánchez, etc..); que nostalgia también del cine duro, realista y valiente de los años ochenta. ¿Quien tiene cojones ahora de hacer crítica a las fuerzas del orden? A los guapos hombres de Paco o del comisario Valverde; en fin..

Y ahora, que se den los Goya que les de la gana; para los chavales rompedores esta el Festival de Málaga.
xecmarques
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