Película notable para los amantes del biopic sensiblero y llorica. No creo que a un tío duro e inteligente como Stephen, le guste tanta lagrimilla emocional.
Poco habla de los avances teóricos que el protagonista ha planteado a lo largo de su carrera profesional. Creo que la caracterización es bastante buena.
Solo destacar que recientemente un Stephen ya no temeroso de enfadar a sus seguidores del primer mundo, ha anunciado que Dios es incompatible con las ciencias, y por lo tanto es ateo. Algo que cualquiera que tenga el graduado escolar y valor, puede facilmente saber.
Conceptos como el tiempo y el espacio, la evolución... hacen imposible seguir creyendo en la magia de las religiones y sus conceptos basados en la creencia por fe de que son ciertos ( " por que yo lo digo, es cierto"). Lástima que la peli no sepa poner esto en escena y conjugarlo con lo atrozmente bello del ser humano, tan solo lo hace sutilmente.