Película que mezcla terror con algo de acción que adapta la novela homónima de Stephen King. La cinta es la única película que ha dirigido el propio Escritor, y está protagonizada por Emilio Estévez (Misión Imposible, 1996), y Laura Harrington (Pactar Con el Diablo, 1997).

En el año 1986, durante tres días, la Tierra está bajo la influencia de un misterioso cometa, aparentemente inofensivo, que dota de vida a las máquinas, las cuales comienzan a hacer cosas extrañas. Al principio, los problemas aparentan ser menores: las bombas de gasolina de pronto dejan de funcionar, los videojuegos se descontrolan totalmente y las máquinas de refrescos devuelven las latas descontroladamente. Pronto, los ataques son más graves, y ya no hay lugar seguro, incluyendo la parada de camioneros Dixie Boy, donde clientes y empleados tratan de ganar la partida a estas terroríficas máquinas. Con unas armas escondidas en el sótano de la parada de camiones, Bill Robinson (Emilio Estévez) conduce una escapada hacia el mar abierto en el último esfuerzo para salvarse a sí mismo, a su grupo y, a toda la raza humana...

Estamos ante una auténtica gamberrada que adapta una de las novelas más extrañas del escritor, a esto se suma una banda sonora a cargo del grupo AC/DC, que acentua la dosis de gamberrismo, aunque en algunas escenas quede postiza y metida con calzador. La trama inicia directa al grano, mostrando muchas muertes curiosas en situaciones rocambolescas, donde la historia que se nos cuenta es lo de menos, en pro de divertir al espectador.

Aunque no sea ni una gran película, ni siquiera una buena, la única pelicula dirigida por el mítico escritor resulta en un divertimento digno de la serie B, que hace que su poco más de hora y media pase volando.

Nota personal 6/10