Pelicula de terror que mezcla sangre, brujería y nazismo, dirigida por el director de películas como Última Llamada (2002) o Batman y Robin (1997), y con un reparto en el que destacan nombres como Henry Cavill (El Hombre de Acero, 2013), Michael Fassbender (Prometheus, 2012) o Dominic Purcell (Blade Trinity, 2004).

En 1936, los Wollners, una familia de inmigrantes alemanes que vivían en Town Creek (Maryland), recibieron instrucciones del Tercer Reich para hacer de anfitriones del Profesor Richard Wirth. La familia, que necesitaba dinero, aceptó la propuesta. Lo que ignoraban es que se verían obligados a participar en un experimento esotérico relacionado con unas runas vikingas precolombinas. En 2007, dos hermanos van a Town Creek con la intención de desentrañar el misterio que envuelve a los Wollners.

Esta película de serie B realizada por un Joel Schumacher en clara decadencia, se toma demasiado en serio para la disparatada historia que nos está contando. En su primera media hora, La Matanza de Town Creek pretende meter mal cuerpo al espectador de forma fallida con una intriga mal construida que poco o nada interesa a este. Es cuando la cinta arranca, cuando muestra la parte sangrienta que puede entretener pese a sus efectos digitales horribles, ya que la cinta no escatima en sangre y explota su disparatada historia, para dejarnos con un final que pretende allanar el camino para futuras secuelas que no creo que se lleguen a producir.

La Matanza de Town Creek seria mucho más disfrutable si abrazara su naturaleza de serie B y mostrara un tono más gamberro y desenfadado, pese a esto, si deja algunas escenas bastante salvajes de por medio, que si bien no logran rescatar del todo el film, hacen que pases un rato entretenido.

Nota personal 5/10