Interesante pelicula de autodogma que reflexiona sobre temas diversos, el psicópata condenado de por vida por la sociedad, el sistema judicial en declive que necesita reafirmarse en su forma de justicia y hará lo que sea para conseguirlo, la obsesión por la venganza (no tan buena como en "oldboy"), y en medio de ella un hombre que lucha por mantener la cordura, y tal vez sea el único que lo consigue.

Buena ambientación opresiva. El director, con muy buenas intenciones, salva la torpe dirección y elección musical, que tal vez hubiera necesitado algo mas angustioso para las escenas importantes, Trent Reznor no desentonaria.

Lee Evans, muy correcto, en un papel ideal para otros monstruos como Kevin Spacey o Malkowitch, pero los secundarios son poco convincentes, a excepción de Ian Mcneice el psiquiatra sin escrupulos, bueno hasta aqui puedo leer.

Todo el mundo es culpable mientras no se demuestre lo contrario.