Shyamalan logró terminar lo que había empezado y, teóricamente, no continuará con esta historia.

La película retoma las vidas de los tres protagonistas, y arranca cruzándolos entre ellos sin darse muchas vueltas, hasta llevarlos a un hospital psiquiátrico, donde hay que determinar si están locos o si realmente tienen poderes.
El director conecta todos (o casi) los puntos entre Split y Unbreakable (particularmente con esta última) y nos deja sin mucho lugar a agujeros de guión desde el inicio. La trama avanza rápidamente durante la primera parte, y desarrolla el problema adecuadamente durante la segunda, con una muy buena interpretación de McAvoy.

De Split retornan la chica secuestrada, y de Unbreakable la madre de Mr. Glass y el hijo de David Dunn.


Lo mejor:

-Los primeros 40 minutos de la película y algunos giros.
-La interpretación de McAvoy, aunque no funciona de la misma manera que Split, debido a la falta de cambio de vestuario.
-Los diálogos entre Mr. Glass y Kevin (o La Bestia).
-No hay niños.


Lo peor:

-La inexpresión de VARIOS actores, que se limitan a abrir levemente la boca con los ojos bien abiertos. Esto lo tomo como algo personal que no me gusta, ya que sé que es una especie de marca registrada de Shyamalan.
-La exposición de la trama a través de algunos diálogos.
-El final (más en spoilers).



Si les gusta el trabajo de este director o, en todo caso, aprecian el hecho de que alguien se esfuerce en crear algo diferente o con una visión tan propia, sugiero que la vean. De cualquier manera, si tomamos en cuenta los mejores trabajos de la carrera de M. Night, Glass es sólo aceptable.