Haz click aquí para copiar la URL
Voto de GUSTAVO:
8
Romance. Drama Leonard (Joaquin Phoenix) es un joven psicológicamente inestable que intenta recuperarse de su última crisis bajo la atenta mirada de sus padres. Inesperadamente entran en su vida dos mujeres: la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y Michelle (Gwyneth Paltrow), una misteriosa vecina que parece no encajar en un barrio tan anodino. (FILMAFFINITY)
23 de mayo de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película que podríamos clasificar como un drama psicológico más que romántico o familiar. Por supuesto que al gran público se le ha querido vender el filme como si fuera una comedia ligera sobre un triángulo amoroso y eso genera no poca reacción en contra por parte de los menos advertidos y exigentes.
El filme tiene mucho parentesco, sobre todo como fuente de inspiración, con “La mujer de mi vida”, título israelí del 2001 de Dover Koshashvili donde un joven integrante de la comunidad georgiana israelí se debate entre llevar la vida que quiere su familia, incluyendo casarse con una chica de buena reputación, o mantener el amor por una mujer mayor que él, divorciada y despreciada. Curiosamente el actor Moni Moshonov hace de padre del protagonista en las dos películas.
Leonard ( Joaquin Phoenix) es hijo único de una familia judía en Nueva York. Sufre de un trastorno bipolar que lo ha llevado a intentar el suicidio varias veces y alejarse de sus padres a raíz de una antigua decepción amorosa. Cuando regresa al seno familiar, trabaja en el negocio de su padre y se aficiona a la fotografía. La familia lo quiere comprometer con Sandra (Vinessa Shaw) hija de otra familia judía muy respetable pero paralelamente conoce a su vecina Michelle (Gwyneth Paltrow), una muchacha que lleva innato el signo del misterio.
James Gray el director del filme, en la puesta en escena, ha querido llevar su filme, en lo que respecta a la fotografía, a un claroscuro muy marcado que se asocia inmediatamente con el trastorno psicológico de Leonard. Asimismo la narración da cuenta en todo el metraje de la doble personalidad del protagonista de tal manera que gradualmente vemos como pasa de la depresión a la euforia y viceversa en sus relaciones. Desde su último intento de suicidio, pasando por la cena familiar, escenas en la habitación, en el metro, en la azotea y la ventana indiscreta hasta la exultante aparición en la discoteca junto a la fauna humana nocturna y todo esto logrado sin baches ni mayores desniveles de actuación. De hecho, estas últimas son extraordinarias y el casting no puede ser mejor salvo, quizás, en lo que respecta a Isabella Rossellini quien parece estar fuera de contexto como madre de Leonard.
Gray evita recargar demasiado las escenas más dramáticas pero nos ofrece muy bellos e intensos momentos de intimidad amorosa y familiar. Razón por la cual, una historia que algunos pueden llamar menor, consigue emocionarnos en forma honesta.
.
GUSTAVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow