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Voto de GUSTAVO:
7
Comedia. Drama Eric Bishop, un cartero de Manchester, fanático del fútbol, atraviesa una dura crisis vital: sus dos hijos hacen trapicheos de todo tipo, su hija le reprocha que no sepa estar a la altura de las circunstancias y, además, su vida sentimental es un desastre. Ni siquiera el buen ambiente que reina en el trabajo consigue levantarle el ánimo. Inesperadamente, una tarde se presenta en su casa Eric Cantona, su ídolo, la estrella de su equipo, ... [+]
12 de noviembre de 2010
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Eric Bishop, cartero de Manchester…En esta película, que tiene clave de comedia, la historia cambia de temática con la misma facilidad que el temperamental futbolista Eric Cantona cambiaba de juego en los partidos del Manchester United con el fin de sorprender a los rivales.
En efecto, lo que empieza siendo un estudio sobre la soledad, la autocompasión y el remordimiento descubre de golpe la fuerza de los ídolos o de los mitos humanos, en este caso se trata de uno deportivo, como modelos de vida que, a pesar de sus errores, orientan a las personas a tomar decisiones.
Y en ese sentido, Cantona aparece, representándose a sí mismo, como una alucinación en los momentos de mayor depresión del cartero quien ya no llama dos veces desde hace un buen tiempo y está al borde del suicidio por haber perdido a su esposa y tener graves problemas familiares. Y para ir a tono con sus referencias biográficas, el primero desaparece durante una buena parte del metraje haciendo alusión a la suspensión disciplinaria que lo alejó de las canchas de juego durante 9 meses. Esta etapa coincide con la que sufre Eric el fanático cuando tiene un choque de realidad en su propia casa y reacciona por cuenta propia; luego del cual la evocación del ídolo resulta fundamental.
La película tiene un buen ritmo narrativo y es muy entretenida, pero cae en un bache justo cuando Cantona se toma descanso, retomando bríos antes del desenlace. Y es que el ex futbolista, aporta un humor melancólico que propone mucho, los diálogos con el fanático son notables, los cuales, en algunas escenas, vienen acompañados magistralmente de las imágenes de los partidos donde jugó.
Y en su resolución la película confirma lo que insinuó al comienzo, es decir que su tema principal, el cual Ken Loach ya expuso en “El viento que mueve la cebada”, es la pertenencia grupal, la identificación apasionada por los objetivos comunes que calzan perfectamente en la causa de los guerrilleros irlandeses o en la de los “barras bravas” de la “Operación Cantona”. Y aunque esta constatación resulte muy evidente y su final sea demasiado condescendiente, la cinta derrocha originalidad y autenticidad.
Es de destacar, además, la gran actuación de John Henshaw como un hilarante y ordinario pero, a la vez, solidario e incondicional líder de los amigos de Eric.
GUSTAVO
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