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España España · Madrid
Voto de edsangar:
4
Drama Un grupo de jóvenes comparte un mismo interés: la idiotez. Con una casa de campo como base, pasan su tiempo libre juntos explorando los ocultos y poco apreciados valores de la idiotez. El grupo se dedica a enfrentarse a la sociedad con sus idioteces. Karen, una mujer solitaria y reservada, se une al grupo después de participar involuntariamente en una de sus actuaciones. (FILMAFFINITY)
2 de septiembre de 2007
126 de 210 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las creencias del decálogo Dogma quieren dar la sensación de que es un movimiento democratizador y liberador del cine, el cine es arte sin límites que nos pertenece a todos, no se debe decir quién es el director: ¡We are the children!

Todo lo contrario. Poner normas sobre cómo ha de ser la iluminación (luz natural solo), qué movimientos de cámara se permiten (cámara al hombro únicamente), dónde se ha de rodar (exteriores primordialmente), cómo ha de ser el sónido (nunca añadido a la escena en postproducción) o que el director es un creador de arte del que no es importante conocer su identidad es, precisamente, lo más privador de libertad y sectario que se conoce. Ir de liberador cool poniendo normas estúpidas e inflexibles es ser lo más pijo posible y, por tanto, ser justo lo opuesto a lo pretendido. ¿No es pretencioso y misterioso ocultar el nombre del director? En vez de pasar desapercibido consigue darse más notoriedad aún.

Filmar sin los mínimos medios al alcance es como si mañana una corriente pictórica dice que todo pintor diestro debe ahora pintar con la mano mala. Resultado: Caca. El que (intencionadamente) se vean las cámaras filmando reflejadas en los cristales o los micrófonos colgando salgan en el plano a posta es patético. Es como los niñatos que llevan los calzoncillos por fuera del pantalón para enseñarlos y decir: "¡qué malo soy!" Eso es el Dogma, ir de guay poniendo normas estúpidas que obstaculizan técnica y narrativamente al cine para presentarlo como un acto liberalizador, salvador y democratizador del mismo. Pero como te salgas del decálogo que tenemos, no te aceptamos en nuestro selecto club "Liberad a Willy". Es ir de humildes y a continuación vestir de Dior.

En cuanto al argumento: ¿Qué pasaría si la gente pasase de las convenciones formales y se comportase como un auténtico retrasado? Pues que la gente se sentiría muy incómoda. Interesante, pero tampoco se ofrecen motivos o explicaciones de porqué los protagonistas se comportan así ni de porqué quieren mostrar cuán absurdas son las convenciones formales sociales.

Al final la peli es una sucesión de secuencias donde los protagonistas provocan situaciones violentas ante desconocidos que hieren su dignidad sin más (falsa, porque la peli no es un documental o una cámara oculta, hay guión y actores). Por lo que las secuencias unidas unas tras otra sin más te dan la sensación de estar presenciando un espacio de "cámara oculta" (con reacciones no espontáneas porque, repito, hay guión) o un mero Jackass.

Logra algunas imágenes de gran violencia visual que sacuden al espectador, que además se siente muy incómodo a veces por las violentas situaciones mostradas. Eso no está mal (aunque a veces para lograrlo caiga en la más burda obscenidad). Pero su afán por aparentar (¿el qué?) y provocar (¿a quién? ¿por qué?) pesa muy negativamente.

¿Es distinta al menos? Sí, mucho. Pero Rosi De Palma también lo es y eso no significa que sea guapa
edsangar
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