Es muy difícil combatir con un enfermo de sida y con unos pobres negros esclavos a la hora de llevarte un Óscar. Pero para mí, tú eres el Óscar de este año, Leo. No sólo porque por tu trayectoria te lo mereces, pero porque la interpretación de Jordan Belfort es una de las mejores que he visto nunca. Un personaje carismático que llevas a la pantalla como nadie. Un aire gamberro que me dejó alicatado a la silla durante tres horas. También para tu compañero de farra Jonah Hill, que tampoco se ha llevado nada. Al fin y al cabo, ambos personajes son drogadictos, amorales, incluso despreciables. Tuve el buen gusto de ver la peli en versión original y en muchas de las escenas reconocía a gente con la que me he encontrado, a amigos que tienen ese punto de cinismo. Casi no os podíais aguantar la risa en muchas de las escenas, de una diversión acojonante.

Vuestros personajes son lo que nadie reconoce querer ser, pero con una valentía que todo el mundo ansía. De cara a la galería es mucho mejor darle el Óscar a un marica, a un enfermo crónico, a un negro apaleado... nunca a dos hombres blancos y heterosexuales sin moral ni ética.

Pero para mí lo sois. Sois los mejores. Y vuestra película, una obra maestra. Gracias.