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Voto de Bautista B:
121.565
Drama
Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de Vietnam, Travis Bickle (Robert De Niro) trabaja como taxista nocturno en Nueva York. Es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña política. Pero lo que realmente obsesiona a Travis es comprobar cómo la violencia, la ... [+]
7 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El genial Robert De Niro protagoniza esta aclamada y renombrada película de los 70´s dirigida por quien también hace un cameo, el exquisito Martin Scorsese, uno de los más grandes de la historia cinematográfica actual.
Travis Bickle, en sus monótonos paseos noctámbulos en los que transita por la ciudad de Nueva York, EE.UU, se sorprende, acostumbra y forma parte, o intenta, de los suburbios hostiles y lúgubres desde su taxi, con una visión atenta y escrutadora de todo lo que por allí ocurre.
Es un filme excepcional, con características positivas en todo su haber. Es intrigante, especial, oscura, y por consiguiente, oscurece y ennegrece mucho para contar algo y eludir otro poco. Envuelve desde el primer segundo, con una introducción de créditos iniciales que propone quedarse viendo lo posterior, en pos de descubrir en que nos aventuramos. El argumento, no demasiado explícito pero enormemente sugerente, abarca una profundidad que requiere de más de un visionado, para la obtención de una completa satisfacción comprensible y holística. El principal, desbordando maestría en la interpretación de un hombre atormentado y sumergido en las turbulencias de un trabajo de la noche, que le propiciará encuentros insospechados, y fatales, es totalmente excelente e indicado para dicho rol. Punto para nada menos relevante, la música de la mano del espectacular Bernard Hermann, otorgando belleza plena, evocando una cantidad innumerable y subjetiva de sensaciones, con altos tintes de jazz impresionantes, y hoy en día, clásicos del cine. La fotografía se encuentra altisonante, pulcra y sutil, porque en todo el metraje se posiciona destacablemente, correcta para cada secuencia y plano.
Es tranquila y lleva una calma que no a cualquier espectador puede ser de su agrado, pero es inobjetable su genialidad en calidad, desde la perspectiva que sea analizada. No desperdicia ni un segundo, aunque así en varias ocasiones lo parezca. En detalle, todo sucede por algo, que luego desemboca en otra situación, y así en sucesión, hasta el final, que libera posibilidades para la conjetura propia. Se me voló la cabeza mirándola, ¡gracias por este pedazo de magnificencia!
Calificación: 9
Travis Bickle, en sus monótonos paseos noctámbulos en los que transita por la ciudad de Nueva York, EE.UU, se sorprende, acostumbra y forma parte, o intenta, de los suburbios hostiles y lúgubres desde su taxi, con una visión atenta y escrutadora de todo lo que por allí ocurre.
Es un filme excepcional, con características positivas en todo su haber. Es intrigante, especial, oscura, y por consiguiente, oscurece y ennegrece mucho para contar algo y eludir otro poco. Envuelve desde el primer segundo, con una introducción de créditos iniciales que propone quedarse viendo lo posterior, en pos de descubrir en que nos aventuramos. El argumento, no demasiado explícito pero enormemente sugerente, abarca una profundidad que requiere de más de un visionado, para la obtención de una completa satisfacción comprensible y holística. El principal, desbordando maestría en la interpretación de un hombre atormentado y sumergido en las turbulencias de un trabajo de la noche, que le propiciará encuentros insospechados, y fatales, es totalmente excelente e indicado para dicho rol. Punto para nada menos relevante, la música de la mano del espectacular Bernard Hermann, otorgando belleza plena, evocando una cantidad innumerable y subjetiva de sensaciones, con altos tintes de jazz impresionantes, y hoy en día, clásicos del cine. La fotografía se encuentra altisonante, pulcra y sutil, porque en todo el metraje se posiciona destacablemente, correcta para cada secuencia y plano.
Es tranquila y lleva una calma que no a cualquier espectador puede ser de su agrado, pero es inobjetable su genialidad en calidad, desde la perspectiva que sea analizada. No desperdicia ni un segundo, aunque así en varias ocasiones lo parezca. En detalle, todo sucede por algo, que luego desemboca en otra situación, y así en sucesión, hasta el final, que libera posibilidades para la conjetura propia. Se me voló la cabeza mirándola, ¡gracias por este pedazo de magnificencia!
Calificación: 9
