Impresionante película que tan solo merece mi admiración y felicitaciones. Marlon Brando y Vivien Leigh, los protagonistas que, hoy en día, son razonablemente recordados como algunos de los artistas que, por su talento, han pasado a la historia del cine, demuestran en este filme todas sus dotes interpretativas.
Ella realiza perfectamente su papel de una mujer traumatizada, obsesionada por la juventud y el físico, temerosa a la muerte, características que, desde un principio, se ve que la están llevando a la locura. Destacan en su personaje la falsa manía por los modales, la educación, las ropas y joyas... Hasta el punto de creer cosas que, en la realidad, no estaban sucediendo.
Él encaja a la perfección como hombre, el líder familiar de la época, en un barrio pobre y sin clase, pero que ama a su esposa sobre todas las cosas, aunque se deja llevar por el alcohol y su masculinidad.