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España España · Madrid
Voto de arepol:
8
Drama Nueva York, 1961. Llewyn Davis (Oscar Isaac) es un joven cantante de folk que vive de mala manera en el Greenwich Village. Durante un gélido invierno, con su guitarra a cuestas, sin casa fija y sin apenas dinero lucha por ganarse la vida como músico. Sobrevive cantando en pequeños garitos, pero, sobre todo, gracias a la ayuda de algunos amigos que le prestan su sofá para pasar las frías noches. De repente, decide viajar a Chicago para ... [+]
3 de enero de 2014
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acaba a película casi antes de que te des cuenta (por lo rápido que se te pasa) y la sensación es que todavía no ha ocurrido nada, que no ha llegado el acontecimiento en torno al cual esperas que gire la trama. Pero en seguida entiendes que ese es el quid de la película: que no tiene centro, que no pasa en ella nada excepcional. En efecto: se trata de retratar a un personaje que no se dirige a nada ni llega a nada, que da vueltas sobre lo mismo, que resulta recurrente, que se va para volver y viene para irse. Y la mejor manera de hacerlo es adquiriendo la propia película el carácter del personaje. Pues, como digo, la película se permite el lujo de que no pase propiamente nada en ella, de que los temas, los motivos y las escenas se repitan, de que se esté girando en círculo.

Así, la peli empieza en el mismo punto en el que termina; su protagonista va a Chicago solo para volver a Nueva York; toca la misma canción una y otra vez en el mismo garito; visita las mismas casas -la misma escena del telefonillo, la misma persecución del gato, la misma visita a la pareja que le acoge-. La carencia de rumbo del protagonista se contagia a la propia película; ella misma no se dirige a ningún sitio, no pretende nada en especial. Simplemente discurre sin mayores pretensiones. Por eso mismo se disfruta tanto al verla.
arepol
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