Karate Kid II: La historia continúa es una secuela que intenta mantener el éxito de su predecesora, pero, desafortunadamente, no logra cumplir con las expectativas. A pesar de tener algunos elementos positivos, la película falla en capturar la magia que hizo que la original fuera tan querida.

Uno de los mayores problemas de Karate Kid II es su guion. Aunque intenta expandirse y explorar la cultura japonesa, la trama se siente forzada y poco original. Además, se pierde el equilibrio entre la comedia y el drama que hizo que la primera parte fuera tan atractiva. Esto resulta en momentos que carecen de emoción genuina y otros que se sienten exagerados y fuera de lugar.

Otro aspecto negativo de la película es la falta de desarrollo de los personajes. Aunque el protagonista, Daniel LaRusso (interpretado por Ralph Macchio), ya había sido establecido en la entrega anterior, se queda estancado en una repetición de arcos narrativos similares. Esto hace que la historia se sienta predecible y aburrida.

A pesar de estas críticas, Karate Kid II tiene algunos puntos positivos. Las escenas de acción son impresionantes y bien coreografiadas, y la cinematografía captura hermosamente los paisajes de Japón. Además, el carisma y la química entre los actores principales, Ralph Macchio y Pat Morita (interpretando al Señor Miyagi), sigue siendo uno de los aspectos más destacados de la película.

En general, Karate Kid II: La historia continúa es una secuela decepcionante que no logra estar a la altura de su predecesora. Aunque tiene algunas escenas de acción emocionantes y momentos de química entre los personajes, la película se ve perjudicada por un guion débil y una falta de desarrollo de los personajes.