Película extraña, que en un principio me puede dar, incluso, claustrofobia, por mi forma de ser. Escribo esta crítica al no haber ninguna.

Al comienzo de la cinta, ya te das cuenta que el papel de Clarita Gatto, tiene problemas psicológicos; pues tendría una mala experiencia con los hombres en el ámbito sexual, porque se imagina una violación del taxista, en el propio taxi de éste donde la lleva a Orvietto, a la casa de su tía recién fallecida. Se la han dejado en herencia y tiene una reunión con John Saxon que hace de notario distinguido. Ella sigue con sus imaginaciones, ya dentro de una cafetería en el pueblo y el notario la conduce hasta el caserón que pasará a formar parte de su patrimonio.

De la forma más inverosímil se quedan encerrados y comienza una situación forzada (de lo más surrealista empiezan a conocerse) con el deseo de que alguien los abra por fuera la casa.

Me sorprendió este actor con este papel. Salen varios desnudos, y con un final, más que sorprendente. No me puedo extender mucho más. Es curiosa, nada más, y pasable como la nota que la pongo.