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España España · Alicante
Voto de paco v:
5
Romance. Drama Cuando Anastasia Steele, una estudiante de Literatura de la Universidad de Washington (Seattle), recibe el encargo de entrevistar al popular y joven empresario Christian Grey, un millonario de 27 años, queda impresionada ante su extraordinario atractivo. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarlo, pero no lo consigue. Cuando la pareja, por fin, inicia una apasionada relación, a Ana le sorprenden las peculiares prácticas eróticas de ... [+]
1 de julio de 2018
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He visto que el término "discreto/a" y sus derivados encajan muy bien en todo lo referente a Cincuenta sombras de Grey, una película ya en sí discreta.

Así, la discreción (reserva, prudencia, circunspección) resulta un rasgo destacado de las personalidades de Ana y de Grey, al igual que de su relación (una relación con compromiso de confidencialidad incluido).

Lo mismo puede decirse de la sala de juegos, del chófer, de las secretarias... todo discreto.

Incluso, personajes inicialmente entrometidos como las madres de los protagonistas, o la compañera de piso de Ana, se contienen y mantienen las formas.

Por otro lado, podría parecer que la opulencia y el exceso, muy presentes a lo largo del film, son contrarios a toda discreción. Pero también caen dentro de su órbita. Nos lo recuerda la locución "a discreción": al antojo o voluntad de alguien, sin tasa ni limitación.

En cuanto a los juegos de perversión, ¿qué tal la etiqueta de "discrecionales" (algo que se hace libre y prudencialmente)?

Por último, y sin dejar el diccionario, encontramos que una magnitud es "discreta" si toma valores distintos y separados. Sugerente, ¿no? Pensemos en las camas de los amantes, o en los futuros capítulos en formato serie que la propia película insinúa. Lo discreto como opuesto a lo continuo. La misma RAE nos propone un ejemplo muy apropiado: la sucesión de los números enteros (como la de los puntos en los que se divide el contrato entre Ana y Grey, o las sombras de éste) es discreta, pero la temperatura (o el color) no.

El coqueteo subliminal (sino, atracción) con lo "discreto", particularmente en el último sentido, se aprecia también en el título original, Fifty Shades of Grey, un nombre ambiguo que admite la traducción "50 tonos de gris".

Volviendo al principio, a la discreción global, decir que para mí la película no consigue hacer magia; es decir, ajustar sus segmentos constructivos discretos a una función bella y convincente, algo que si ocurriera los haría pasar realmente desapercibidos.

Dicho de otra forma: en los momentos en que se necesita, a Cincuenta sombras de Grey le falta continuidad en la discreción.

O quizás es que no se podía.
paco v
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