Hace tiempo que me gusta definirme como fan de La Guerra de las Galaxias y no como fan de Star Wars, para diferenciar la trilogía original de todos los subproductos que han ido viniendo desde el fatídico año 1997.

No tenía ninguna intención de ir al cine. Tras las mediocres precuelas de Lucas y el penoso Episodio VII me quise retirar. Y en este caso nada pintaba bien: un spin off aparentemente forzado que cuenta una historia que todos sabemos desde el principio como va a acabar, el director de Godzilla, la mano negra de Disney de por medio, un trailer con personajes algo disparatados...

Pero la realidad es que todo encaja de maravilla en esta cinta, y en resumen podríamos decir que es el Episodio III que muchos habíamos soñado. La película tiene un tono serio y heroico acompañado de toques de humor y cameos agradables, el ritmo es frenético pero las escenas de acción son de corta duración y no cansan, los diseños de las naves, personajes y escenarios son magníficos y la fotografía es hermosísima. Por no hablar de la última parte del film, una batalla final de ensueño.
La película, al igual que las originales, consigue tener voz, estilo y personalidad propia.

Pedir gracias por que no hayan jedis o aprendices de jedi, no lo esperaba y lo agradezco. Hace tiempo que critico el enfoque que se estaba dando a la Fuerza de flipada máxima. Gracias por no aparecer. En esta peli las batallas vuelven a estar planificadas y todo se resuelve por la habilidad de los protagonistas, no por suerte o por el uso de la Fuerza.

Comentar también que en esta película hay componente político y moral muy bien tramado, los personajes y las tramas son complejas, hay lucha interna y evolución de los personajes, alejadas del simplismo mediocre de las precuelas de Lucas, donde o se era superbueno o supermalo.

Como piropo final solo puedo decir que esta no es una historia de Star Wars, es una historia de La Guerra de las Galaxias.