True detectives es una nueva muestra de la buena salud que gozan las series de televisión americanas, como ya ha ocurrido con series como Perdidos, Breaking Bad y la reciente, Juego de tronos, por mencionar algunas.

La serie presenta y desarrolla la investigación de un crimen por parte de dos detectives que dedican tanto tiempo al caso, que éste termina por tener relevancia en sus propias vidas.

Nic Pizzolatto dirige un relato criminal de sumo interés, apoyado en un guion firmado por él mismo, en el que participa un elenco de intérpretes de renombre que ofrecen una calidad interpretativa superior a lo que suele ofrecerse en la pequeña pantalla.

El relato de misterio tiene la complejidad necesaria y, desde un primer instante, capta la atención del espectador, haciéndole partícipe de la meticulosa y detallada investigación que llevan a cargo los detectives, introduciendo, a su vez, detalles de la personalidad de cada uno de los personajes principales. El director realiza un desarrollo de la historia sólido, serio e inteligente, donde logra desarrollar de una forma nítida el proceso de la investigación llevada en el pasado y que ahora resulta relevante en el presente reciente, donde deberán encajar las piezas de un puzzle que, en un principio, parecía resuelto. Juega con acierto con la estructura partida, depositando pruebas y giros de guion que ayudan a mantener la atención del espectador en todo momento. Sabe combinar la parte de la investigación, con la relación existente entre los personajes principales, logrando plasmar sus ideologías, comportamientos y vínculos, creando un relato de suspense plagado de matices.

Gran parte del éxito de la serie reside en las notables interpretaciones que ofrece el dúo protagonista, con un Matthew McConaughey sublime, al que se aprecian los cambios físicos realizados para su participación en la película Dallas Buyers Club, que le sirvió para hacerse con el Oscar a mejor intérprete, secundado por un Woody Harrelson que está a la altura de su compañero de reparto, formando una dupla magnética y energética sobre la que se sostiene la primera temporada. Cada uno de los personajes queda bien definido y la química existente entre los dos intérpretes llena la pantalla. En algunos momentos, en el intento de plasmar los pensamientos de los intérpretes, el director y guionista abusa del empleo de monólogos extensos que pueden resultar excesivos y muy grandilocuentes, pero es un mal menor.

La banda sonora seleccionada, junto con el elegante y sofisticado tratamiento de la imagen, dejan muestras de la notable calidad del conjunto de la serie, logrando ofrecer un trabajo serio y muy cuidado. El desenlace de la serie cierra el relato presentado, manteniendo la calidad del conjunto con una secuencia plagada de intensidad, suspense y tensión, dando respuesta a las preguntas planteadas.

En resumidas cuentas, True detectives es una notable serie, cuya primera temporada deja muy alto el listón para los próximos intérpretes que se embarquen en el proyecto. Muy recomendable.