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Voto de Jon:
1.394
Thriller. Drama
Narra la historia de hombre que, en circustancias trágicas, pierde todo aquello por lo que había vivido hasta el momento. Para poder recuperarlo deberá atravesar una misteriosa serie de pruebas de origen místico, pruebas que pondrán a prueba su fe, su cordura, y le harán explorar los espacios más recónditos de su alma... Debut en la dirección del guionista de Eagle Eye y los futuros remakes de Furia de Titanes y Los amos de la noche. (FILMAFFINITY) [+]
23 de enero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atractivo y arriesgado proyecto que promete más de lo que termina por ofrecer, convirtiéndose en un aparatoso rompecabezas mal construido.
Cuenta como reclamo para el público con la, por aquel entonces, estrella emergente y hoy día malogrado, Paul Wallker, que cumple con su papel protagonista con solvencia.
El esquema de la historia que presenta se muestra confuso y aunque lo que cuenta pueda resultar interesante o despertar cierto suspense, el argumento queda mal presentado y peor aún, desarrollado.
Juega con la confusión del protagonista para desorientar al espectador. Una vez avanza la trama, se van atando las piezas del puzzle con facilidad, pero queda patente la ausencia de lógica y coherencia del relato a medida que avanza. Descoloca y genera cierto suspense, en gran medida, por lo mal que esta contada la historia.
Las pistas que va dejando por el camino, hacen que el publico habitual del genero del suspense, llegue a presagiar lo que esta ocurriendo y no llega a sorprender. Logra generar una atmósfera opresiva e incomoda, que hace sospechar de todo lo que aparentemente es algo normal y cotidiano.
El director, guionistas y gran parte del reparto nos hacen ver que no tienen muy claro lo que están haciendo, ni para que lo están haciendo. No logra captar la atención del espectador, ni enganchar a la hora de encontrar solución a lo que se presenta. Deja la sensación de que en otras manos podría haberse conseguido un producto más notable con el mismo material.
No se puede jugar a ser David Lynch, intentando crear un puzzle incomprensible que capte la atención e interés del espectador, cualquiera no puede conseguir esto último.
Se pasea por lo místico, celestial y lo extraño. Da vueltas a la misma idea, que acaba por desorientarse, introduciéndose en un laberinto de ideas mal construidas que encuentran solución en un desenlace soso y previsible, carente de atrevimiento.
En resumidas cuentas, Proyecto Lazarus, no deja de ser un trabajo confuso e incoherente, plagado de ciertas ideas interesantes mal plasmadas.
Cuenta como reclamo para el público con la, por aquel entonces, estrella emergente y hoy día malogrado, Paul Wallker, que cumple con su papel protagonista con solvencia.
El esquema de la historia que presenta se muestra confuso y aunque lo que cuenta pueda resultar interesante o despertar cierto suspense, el argumento queda mal presentado y peor aún, desarrollado.
Juega con la confusión del protagonista para desorientar al espectador. Una vez avanza la trama, se van atando las piezas del puzzle con facilidad, pero queda patente la ausencia de lógica y coherencia del relato a medida que avanza. Descoloca y genera cierto suspense, en gran medida, por lo mal que esta contada la historia.
Las pistas que va dejando por el camino, hacen que el publico habitual del genero del suspense, llegue a presagiar lo que esta ocurriendo y no llega a sorprender. Logra generar una atmósfera opresiva e incomoda, que hace sospechar de todo lo que aparentemente es algo normal y cotidiano.
El director, guionistas y gran parte del reparto nos hacen ver que no tienen muy claro lo que están haciendo, ni para que lo están haciendo. No logra captar la atención del espectador, ni enganchar a la hora de encontrar solución a lo que se presenta. Deja la sensación de que en otras manos podría haberse conseguido un producto más notable con el mismo material.
No se puede jugar a ser David Lynch, intentando crear un puzzle incomprensible que capte la atención e interés del espectador, cualquiera no puede conseguir esto último.
Se pasea por lo místico, celestial y lo extraño. Da vueltas a la misma idea, que acaba por desorientarse, introduciéndose en un laberinto de ideas mal construidas que encuentran solución en un desenlace soso y previsible, carente de atrevimiento.
En resumidas cuentas, Proyecto Lazarus, no deja de ser un trabajo confuso e incoherente, plagado de ciertas ideas interesantes mal plasmadas.
