Un mafioso pondrá precio a la vida de los responsables de uno de sus compañeros de fechorías.
La historia trata de arrancar de alguna manera, pero en ningún momento lo consigue, no logra dejar claro el género y el tono que pretende ofrecer, mezclando diversos temas empleados con anterioridad, para rellenar los agujeros de guión que presenta.
Tiene un buen reparto, donde destaca la presencia del ganador del Oscar Jim Broadbent, seguido de Brendan Gleeson, un más que decente mafioso y el emergente Cillian Murphy, pero lamentablemente, sus aportaciones no consiguen elevar la calidad de una historia endeble, insulsa y carente de sustancia, desmereciendo la calidad interpretativa que poseen.
El tratamiento del desarrollo de los hechos resulta inconexo, vacío y carente de sentido alguno.
Se alimenta del éxito que cosechó Snatch cerdos y diamantes y producciones similares presentadas por Guy Ritchie, intentando aportar situaciones cómicas al mundo de la mafia.
Lamentablemente, los personajes que presenta no resultan atractivos, ni convincentes, el desarrollo de la trama resulta vacío, sin la inteligencia y el sentido del humor mordaz de los trabajos de Ritchie, resultando una burda imitación.
Navega entre la comedia, el drama y el cine de mafia, naufragando en el intento de lograr darle cohesión a la historia.
La recompensa, no recompensa el tiempo invertido en verla.