Regreso del zorro, el famoso enmascarado encargado de velar por la justicia y el bien de la comunidad.
El director Martin Campbel encargado de resucitar la saga Bond y la del zorro, vuelve por sus fueros con esta segunda parte de las aventuras del zorro, pero en el camino mezcla el cine Bond, ofreciendo una trama de enredo próxima al espionaje, que explota la química existente entre Catherine Zeta Jones y Antonio Banderas. Juntos muestran su lado más cómico, ofreciendo toda una galería de los tradicionales enfrentamientos de una pareja que lleva años compartiendo secretos.
Su director consigue impregnar a la trama de dinamismo y divertimento para toda la familia, con secuencias de acción que incluyen enfrentamientos a espada, donde el personaje femenino atendiendo a los tiempos actuales, no se queda atrás y demuestra sus habilidades para el combate.
Antonio Banderas esta correcto en su papel y aporta en cada secuencia su carisma como el zorro, mientras que Catherine Zeta Jones desprende una luz propia de estrella clásica, haciendo gala de su belleza.
La trama presenta la vida familiar del zorro, presentando sus problemas conyugales y el peso de hacerse responsable del cuidado de su hijo y mujer.
Lo mejor llega cuando el director se olvida de enredos y tramas de espionaje y da paso a la acción, con secuencias que permiten al zorro lucir todo tipo de malabarismos, incluso con su fiel caballo tornado, que ofrece el toque de humor necesario.
Cine de entretenimiento que cumple con sus propósitos, logrando ofrecer un producto de calidad que bebe de los personajes carismáticos presentados en La mascara del zorro, dejándose llevar por una trama previsible y desenfadada, que no llega a superar la frescura de la primera parte.