Secuela que pretende continuar con el éxito comercial cosechado por la franquicia Paranormal Activity, que vuelve a recurrir a las bases fundamentales del formato, para presentar una nueva historia en la que se suceden los sucesos paranormales.
Sigue el esquema básico de sus predecesoras, presentando los personajes y el entorno, jugando con instantes de terror cómico, para ir dando paso progresivamente a la sucesión de sucesos paranormales, haciendo que el espectador mantenga la atención, ante cualquier susurro, sombra o extraño movimiento.
El director y los guionistas, logran desarrollar la historia empleando diversos estilos de cámara, que ofrecen variedad y evitan caer en la monotonía de la cámara en mano, que podría resultar abusiva y mareante, escudándose en el empleo de los protagonistas de la cámara web de los ordenadores.
Presenta una visión nocturna novedosa, que presenta tonos verdosos con lunares, que inicialmente resulta atractiva y permite explotar un nuevo enfoque de los sucesos paranormales, pero que llegado el momento termina por saturar.
A pesar de las nuevas ideas para desarrollar la trama, con nuevos enfoques visuales, llegado el momento, estos dejan de resultar convincentes, ya que resulta inverosímil que en un momento de terror en el que la vida del protagonista pueda correr peligro, éste lleve el portátil en la mano.
Desarrolla el argumento, ofreciendo pinceladas de información de lo que puede estar ocurriendo en el hogar de los protagonistas, pero sin llegar a dar todas las respuestas.
De todas formas ofrece lo que se espera de ella, instantes de suspense contenido y momentos que despertarán en más de uno el miedo más primitivo, a partir de una sencillez efectiva.