Directa, atrevida, intrigante, descarada, dinámica, atractiva, misteriosa, inteligente, magnética, ingeniosa, trepidante y sorprendente producción francesa de suspense y acción, en la que un cazarrecompensas que sigue los métodos brutales que aprendió en los Servicios de Seguridad Franceses, tendrá que saltarse todo tipo de reglas para dar caza a un peligroso criminal.

Philippe Labro, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con poderosas dosis de suspense y acción.

La presencia y labor interpretativa de: Jean-Paul Belmondo, hace que la producción tenga un efecto magnético inminente, conquistando la atención del público por completo.

Algunas situaciones de la trama y su desarrollo, se antojan forzadas e insostenibles, pero se disfrutan gracias a la exquisita ambientación del conjunto.

Ajustado reparto para una producción de suspense y acción, en la que destacan la ambientación y el estilo visual.

Crimen, violencia, suspense, deudas, traiciones, y venganzas personales, van de la mano hacia un desenlace antológico

El cazador de hombres, queda como un inteligente y dinámico thriller de intriga europeo, para disfrutar con una copa y un buen puro.